Se mío Rengoku-san (Rengoku x OC)

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Es un dia de invierno mas, estoy en la calle junto a mis hermanos mendigando por la generosidad de alguna persona, tengo frio y me acomodo lo mas que puedo para sentir algo de calor entre ellos. La gente pasa en muchas direcciones como si no existiéramos, algunos nos miran con desagrado otros esquivan la mirada. Oi que alguna mujer dijo:

- Que padres tan irresponsables-

Y es verdad, a mis padres no les importamos mientras consigamos dinero para ellos.

- Arigato Ojisan- Agradecí a un hombre de cabellos blancos que me dejo unas monedas.

El estomago de mis hermanos rugían de hambre.

- Comprare algo de comer- Miraba las monedas dudosa por que sabían lo ellos significaría.

- No lo hagas Suzume- hablo mi hermano pequeño- Recuerda lo que paso la ultima vez-

La vez que me gaste el dinero, una conocida de mis padres fue a contarles, llegando a casa me golpearon hasta desmayarme.

- Solo será algo de pan, esperen aqui- Se que si me descubren la pagare pero me duele ver que mis hermanos pasen hambre, yo no importo, es lo que mi cabeza decía siempre.

Corri a prisa, el frio era latente y exhalaba vahos hasta llegar a la tienda. Estaba abarrotado de gente asi que espere afuera recargada sobre la pared.

Entonces lo vi.

Aquel hombre con ojos color ámbar y cabellos rubios, era un sol en ese dia de invierno, salia de la tienda con su hijo, era una copia hermosa de el.

Ambos llevaban varias bolsa y el pequeño mostraba una amplia sonrisa de la mano de su Padre.

- Cuanta envidia-

No hacia el pan, era por ellos, mis padres nunca tomaron mi mano al caminar.

- Lo siento Otosan- se le habia deslizado una extraña capa blanca con detalles de flamas en la puntas- 

- Solo se lava y ya, tranquilo- Le dijo el mayor frotando su melena rubia.

Una mujer que sostenía un bebe en brazos se aproximo a ellos.

- Ruka, por Kami debes descansar- Hablo con voz preocupada.

- Lo se Shinjuro pero es que yo...- Ella explicaba que queria acompañarlos yo solo me detuve en aquel nombre Shinjuro ¿Sera ese el verdadero nombre del sol?- me pregunte al tiempo que lo veía sonreír hacia su esposa, no era difícil de deducir que lo era.

- Papa esa niña esta que nos mira mucho desde hace rato- El pequeño me señalaba y yo solo baje mi mirada avergonzada.

-Esta muy delgada- Comento su esposa.

El hombre de alto porte se acerco a mi y yo temblé de miedo. Era la costumbre de siempre recibir un maltrato antes que un poco de cariño.

- Tu nombre- me pregunto inclinándose hacia la altura de mis ojos color verde lima.

- Su-z..su-z- Apreté fuerte mis manos y me negué a verlo, el percibió mi reacción de temor.

- Tranquila- Me dijo llamando a mi calma, abri los ojos y otra vez esas orbes doradas estaban acaparando mi atención- Tómalo por favor- La calidez de su mano por un instante efímero choco la mia, me entregaba una bolsa de víveres.

- Y-yo no puedo- Volvi a cerrarlos apenada, el era demasiado luz para mi, yo era el invierno que nadie quiere.

- Es un préstamo- Hablo girando en el acto- Un dia de estos lo recompensaras- Levanto su mano en señal de despedida.