Amethyst Wilson ha sido criada con una sola mision; vengar la muerte de sus padres, asesinar a Batman con sus propias manos. Alimentando su odio hacia los superheroes, Amethyst vive con quien es como un padre para ella; Slade Wilson conocido como el...
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UNA VEZ llegaron a la puerta y él la abrió era tan obvio que la habitación era de Damian, limpia y completamente pulcra, libros en un muchos estantes junto con espadas que para otros parecerían decorativas pero se veían muy antiguas pero limpias. No habían posters como en la habitación de Amethyst, ni una tele o consolas de juego, no parecía la habitación de un adolescente de 17 años.
—Toma la cama, yo dormiré...
—Conmigo, dormirás conmigo—ella termino, no quería que Damian durmiera en el suelo y ya antes habían dormido juntos pero no tan....íntimamente. Se hizo el cabello a un lado pidiéndole que le bajara la cremallera del vestido, nunca había estado incomoda con Damian pero en solo pensar en todas las sugerencias que les habían hecho, como Harper o Jason le hacían ruborizarse y eso que Amethyst tenía una lengua muy afilada.
—Lo siento por todo esto, no quería que vinieras aquí contra tu voluntad, con lo de mi padre y...
—Hey, esta bien—ella lo interrumpió, saco del bolsillo su teléfono para ver la hora pero algo mas salio.
El condón de su bolsillo cayo al suelo y Amethsyt se cubrió la cara con las manos en vergüenza, lo único que quería hacer era matar a Harper.
—Harper me lo dio un segundo antes de salir, en realidad me lo dio a la fuerza, no es mío—ella dijo tan rápido que Damian apenas la pudo entender mientras la chica se tiro al suelo a tomarlo pero el chico ya había visto lo que era. Amethyst no pudo ver su expresión porque él se dio media vuelta y fue al baño, ella muerta de la vergüenza pensó que no iba a volver hasta que al siguiente segundo volvió a su lado con algo entre manos.
—¿Qué eso?—ella preguntó extrañada
—¿Tu que crees? Jason me los dio—él rodo los ojos, pero evito mirarla a los ojos, ella tomo la caja de condones en sus manos, debían haber unos cien.
—Vaya...pues de verdad creía que tendrías suerte esta noche—ella no pudo evitar reír, trató de suprimir su sonrisa pero se desternilló a carcajadas tomando la caja—. ¿Una caja entera? JAJAAJAJAAJA si que te tenia fe...
Cerró los ojos y se concentro en materializar su pijama que quería siendo que sus poderes le permitían aparecer y materializar objetos que estaban a una enorme distancia pero su departamento estaba muy lejos de la mansión Wayne que ya de por si estaba un poco lejos casi a la salida de Gotham. Amethyst vivía en el sur con Harley y la mansión estaba en el punto más al norte de Gotham.
—¿Lo logre? –ella le preguntó a Damian.
—Casi—él le comentó y tomo a la ropa en su manos dejando extender un largo abrigo negro y una capa roja antibalas, el traje de Osleya que ella ocupaba para ser mercenaria en su misiones con Slade.
Amethyst se tiro a la enrome cama de espaldas y cansada, una noche, ella solo quería una noche de tranquilidad y de disfrutar con Damian antes de ponerse a trabajar a fondo en el problema de Lilith y como volvería a meter en su jaula. Cerró los ojos y suspiró, la cama de Damian olía a detergente y a él, en comparación de la cama de Amethyst que olía a su pantera y a papas fritas, toqueteó su piedra amatista y se comenzó a rascar las mejillas, la bomba le había dejado los músculos cansados y se le estaba formando un cardenal en el brazo. Cuando se dio la vuelta Damian había salido del baño, ya cambiado y se sentó en la cama, la chica gateó en esta y lo abrazo por detrás, recargando su cabeza contra el hombro de su novio.
