17. you're my friend

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LOS DÍAS HABÍAN pasado y para el descontento de Amethyst, Slade no le había dejado salir en su traje de Osleya, cualquier misión a la que él iba le ordenaba a Amethyst quedarse en casa

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LOS DÍAS HABÍAN pasado y para el descontento de Amethyst, Slade no le había dejado salir en su traje de Osleya, cualquier misión a la que él iba le ordenaba a Amethyst quedarse en casa. Lilith como siempre lo único que pedía era que la liberara en sueños pero Amethyst como Slade le había ordenado la ignoraba como podía. Habia estado practicando sobre todo con sus poderes, sin embargo eso exigía también estar en la noche conectada con una intravenosa al suero naranjo de su tía Ivy y llevar jeringas cada vez que iba a la escuela. Damian y ella se reunían en la biblioteca para estudiar dos días días por semana, a la tercera semana él por fin se rió de uno de los chistes de ella. Y ella no supo por que se sintió como una victoria, como cuando cumplía un trabajo con Slade, cuando tenían éxito.

—Te reíste.—ella apuntó.

—No, no  lo hice—él había negado.

—Si, lo hiciste, admítelo, soy graciosa—ella sonrió.

—Fue por pena.

—Lo que digas, Pinocho.

Sin embargo el jueves, después del almuerzo normalmente iban a la biblioteca pero Damian no había aparecido en los primeros diez minutos y no le había avisado nada, pero le pareció extrañado Damian era muy formal y puntual, después de otros cinco minutos decidió irse de la biblioteca. Le preguntó a muchas personas is lo habían visto, la mayoría no le había visto pero algunos lo vieron subir al ultimo piso, le dijeron a Amethyst que siempre veían a Damian subir.

—Así que este es tu lugar secreto como en esa película rara. Empezaras a cantar que te gusta el bastketball pero también cantar?—ella trató de bromear pero Damian no le respondió.

—¿Quieres una cajita de pañuelos?—ella alzo una ceja, sonriendo con sarcasmo.

Nada.

Amethyst suspiro, eso no funcionaba con Damian, y probablemente jamas lo haría, aveces ella dudaba que él tuviera un sentido del humor. Ella se acercó aun mas a él, sentandose a su lado, le puso suavemente una mano en el hombro.

—Damian ¿que sucede?—preguntó con preocupación.

—Falle. Yo...le falle a mi padre en una tarea—él explicó con rabia, tenia las manos hechas puños, temblaban de rabia, viendo el horizonte, donde el sol se escondía y Gotham se teñía de purpura, naranjo y dorado—. ¡Una maldita tarea que todos mis hermanos pudieron hacer!

Amethyst sonrió suavemente.

—¿Tienes hermanos? Eso...suena fantástico.

—Créeme, no te gustarían. De todas formas, falle y no lo haré de nuevo, una estúpida misión que me encargó y no pude hacerla.—él gruñó tirando una de las macetas de plantas con enojo. 

Damian siempre usaba lenguaje muy formal, Amethyst lo encontraba muy maduro para tener 16 años, en realidad muy serio y maduro, por lo que la palabra misión no le pareció sospechosa. Ella le puso una mano el brazo, lo sintió tensarse pero le pareció lo correcto hacerlo.

AMETHYST |damian wayne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora