Amethyst Wilson ha sido criada con una sola mision; vengar la muerte de sus padres, asesinar a Batman con sus propias manos. Alimentando su odio hacia los superheroes, Amethyst vive con quien es como un padre para ella; Slade Wilson conocido como el...
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SLADE NO HABÍA mentido, había despertado a Amethyst con una alarma que la había hecho saltar de la cama y aterrizar en el suelo, sonaba como las alarmas para los terremotos o las de los incendios.
—¡De acuerdo! ¡De acuerdo estoy despierta!
La maldita alarma se apago y ella se levantó, sacándose la intravenosa con cuidado, levantó a Leia, su pantera, de la cama y fue hasta la cocina, saludó a Slade, quien teniendo habilidades y capacidades mejores que cualquier humano no necesitaba ocho horas de sueño, y en realidad dormía muy poco. La chica calentó leche para su pantera y la dejo en una almohada cerca de la calefacción antes de subir al piso donde entrenaba junto con su maestro. Una vez llegaron Amethyst iba a ir por su espada pero Slade negó.
—No me digas que vamos a jugar a los piquetes, Merlina Addams—Amethyst suspiró al ver que Slade sacaba un aparato eléctrico que producía una descarga de voltios.
—Entrenaras con cuchillos—él respondió—. Sera una simulación y con...10 miliamperios.
—Así que si jugare a los piquetes—ella suspiro acercándose a él y tomando los cuchillos de la mesa. Slade le vendó los ojos y le puso los pequeños dispositivos en la piel, en diferentes músculos que el controlaba a la distancia y le daban una descarga eléctrica de 10 miliamperios, lo suficiente para que le doliera mucho pero que no se le paralizaran los músculos por completo. Era uno de los entrenamientos que Amethyst mas odiaba, pero habían unos mucho peores.
—¿Yo contra cuantas simulaciones?—ella preguntó comenzando a caminar, no podía ver nada, Slade no le respondió—. Oh, de acuerdo, lo haras sopresa.
Con un pitido supo que la simulación había comenzado, con buena tecnología era lo mejor para entrenar. Ella lo único que tenia que hacer era confiar en sus sentidos y en su intuición, siendo que eran simulaciones no podía oír ni sentir a alguien, por lo que eso lo hacia difícil, cada equivocación era un piquete aun mas doloroso del que ya estaba sometida. Slade comenzó a poner los voltios en el cuerpo de Amethyst y ella gruño de dolor sin embargo agarro los cuchillos con mas firmeza y empezó a moverse.
Fueron en total 10 los hologramas que Amethyst había enfrentado, de los 10, nueve había logrado darles en el blanco por lo que había sufrido una gran descarga eléctrica por haber fallado en uno. Ahora estaba sentada en el suelo, mostrándole a Slade todas las habilidades que había adquirido todos los días que él había faltado, le mostró como ahora podía hacer un escudo de energía oscura y como podía volverlo una especie de látigo y agarrar las cosas.
—¡Y ahora puedo levitar!—ella siguió entusiasmada, subiéndose a la mesa, pensó en la oscuridad rodeandole los tobillos y dio un pequeño salto quedando flotando en el aire bajo la mirada de su maestro—. ¡Toma eso superchica!
—Tus poderes son similares a los de la hija de Trigon, pero...¿porque te vuelven tan débil?
—Lilith no me lo dijo, y nunca me lo dirá, porque me prohibiste hablar con ella.—ella se encogió de hombros aterrizando suavemente en el suelo—. También puedo curar mis heridas pero me voy a desmayar seguramente. Tendremos que pedirles litros y litros a Ivy.
