Slade Wilson caminaba por las peligrosas calles de Gotham en una fría y oscura noche de otoño, las hojas muertas crujían bajo sus pies, mientras el olor a basura y podredumbre invadía el ambiente. Él estaba en lo que los otros llamaban el mal lado de la ciudad, donde las madres le advertían a sus hijos que no fueran, donde nadie en su sana mente iría, ningún cobarde pisaría esas calles. Las prostitutas, en su peor estado, algunas borrachas, otras extremadamente drogadas le hacían señas y mimos para que se le acercara, él las ignoro siguiendo su camino. Los drogadictos se le acercaban, implorándole dinero para comprar mas drogas, sin embargo no se le acercaban tanto, sabiendo que si lo hacían probablemente terminarían inconscientes o muertos. Los locos gritaban de dolor o se reían sin control, algunos drogándose, otros golpeándose, en cualquier lugar se escuchaban gritos, gemidos y lloros. El viento soplaba con mas fuerza, sin embargo algo le hizo dejar de fumar el cigarrillo que tenia en sus manos, escucho los gritos desesperados de una niña, y otros gritos demandantes de un hombre. Eso no era nada de su incumbencia, sin embargo hubo un tiempo en el que el era un padre, maldijo y aplastó su cigarro en el suelo apagándolo, antes de guiarse por donde los gritos se escuchaban, entró a un callejón vacío, apenas se podía ver algo por la débil luz, sin embargo pudo distinguir a dos cuerpos. Había una niña que peleaba con todas sus fuerzas contra un hombre que la aplastaba contra la muralla, tratando de arrancarle la ropa, Slade ya había comenzado a sacar la pistola y apuntar cuando vio sorprendido mas oscuridad. De las manos de la niña comenzó a salir niebla negra, la niebla empujo al hombre a la otra muralla, mientras se metía a su cuerpo por nariz y boca, él comenzó a gritar desesperado y a lloriquear, dando luego gritos de agonía, la niebla lo rodeaba mientras la niña no paraba de llorar haciéndose un ovillo, se cubrió la cara con las manos pero la niebla ya no salía de sus manos si no de todo su cuerpo, mas niebla negra emanaba de ella, en unos segundos el hombre cayo al suelo, acercándose sigilosamente Slade pudo ver que no tenia sus ojos, solo vació, como si se los hubieran quemado, arrancado, de su boca y nariz había sangre y su cuerpo parecía extremamente consumado. La niebla como si se sintiera orgullosa de su trabajo se quedo unos segundos frente al tipo antes de volver al cuerpo de la pequeña niña en posición fetal, que sollozaba incontrolablemente. Maravillado por lo que acababa de ver, se acerco con sigilo hacia la niña, ella levantó la vista y cuando lo vio se quedo paralizada.
—Le...le dije que no me tocara—ella sollozó.
—No te hare daño—Slade dijo rápidamente poniendo las manos en alto, no quería ser otra víctima.
Aun en la oscuridad él pudo ver como ella hacía una mueca, la niña vio el cadáver, y lo apuntó.
—Él también dijo lo mismo.
—¿Donde están tus padres?—trató Slade.
—Un hombre los asesinó. Soy un monstruo.—ella tembló.
—Pues en realidad yo creo que lo que acabas de hacer es bastante genial—Slade se encogió de hombros, restandole importancia, sabia hablar con niños, sobre todo con niños como ella. Ella lo vio desconcertada.
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AMETHYST |damian wayne|
أدب الهواةAmethyst Wilson ha sido criada con una sola mision; vengar la muerte de sus padres, asesinar a Batman con sus propias manos. Alimentando su odio hacia los superheroes, Amethyst vive con quien es como un padre para ella; Slade Wilson conocido como el...