1. a simple life

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9 AÑOS DESPUÉS...

EL PITIDO DE la alarma la despertó, se levantó de un golpe, sentándose en la cama, vio por la ventana como las gotas de lluvia caían estrepitosamente en la ciudad de Gotham, algo bastante bueno

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EL PITIDO DE la alarma la despertó, se levantó de un golpe, sentándose en la cama, vio por la ventana como las gotas de lluvia caían estrepitosamente en la ciudad de Gotham, algo bastante bueno...limpiaba la sangre que estaba en las aceras de las calles, y además esa noche no habia tenido que salir, Slade le habia obligado a descansar. Se dio la vuelta para ver la alarma, las seis de la mañana estaba escrito por la luz roja, la apagó y suspiro. Limpiándose la gota de sudor que le caía en la frente, de nuevo había soñado con ese ángel, no recordaba su nombre. Levantó las sabanas y salió de la cama tocando el frío suelo con sus pies desnudos, dio un bostezo. La chica de cabelllos cataños abrio levemente la puerta de su habitacion solo para que una daga se incrustace en la puerta de madera, y si no se hubiera movido con la agilidad con lo que lo hizo, la daga estaría en su cabeza. Se levantó del suelo y saco la daga rápidamente, le dio una vuelta, lista para posición de ataque, sin embargo bajo la guardia cuando vio lo que había algo frente a ella, un pedazo de pastel de chocolate con glaseado amarillo.

—Buenos dias niña—el hombre le dijo, revolviendole el pelo—. Excelentes reflejos. ¿Jugo de naranja?

—Solo quiero comer y volver a entrenar—ella murmuró, tomando asiento en la mesa, y clavando el cuchillo en la mesa.

—¡Hey es italiana!—él la regaño.

—También la daga, fueran unas lindas vacaciones—ella sonrió, tomando un pedazo de pastel.

Él suspiro.

—Admiro tu exigencia sobre ti msima, pero la ultima vez que hiciste eso, Ivy se tardo dias en hacerte despertar, aun no estamos ni cerca de descubrir el origen de tu poder—Slade siguió, luego, dudando un poco, saco una gran caja detras de él con un moño azul y se la tendio a a la chica, ella alzo una ceja, no lo aceptó, asi que el puso los ojos en blanco dejando la caja encima de la mesa .

—¿Es un poco temprano para el entrenamiento de bombas no?—ella se quejó—. Ni si quiera me dejaste ponerme los zapatos.

—No es una bomba—él rió, animandola a que lo abriera—. No te haria daño a propósito, lo sabes niña.

Ella asintio, sabia que Slade nunca le hacia daño a propósito, es mas, siempre podia reconocer esa pequeña mueca que se le formaba en los labios cuando ella no esquivaba uno de sus golpes y le dejaba un moretón o la hacia sangrar. Abrio la caja, y sacando el papel tul, saco una larga espada, era brillante y ligera, la chica podía ver la mitad de su cara reflejada en la espada, se fijo en el mango, tenia unas elegantes incrustaciones de piedras amatistas.

—Feliz cumpleaños, Amethyst—él sonrió.

—Gracias...Slade—Amethyst agradeció y de las raras veces que hacia en el año, lo abrazó.

—Ya, ya, ya—Slade la alejo de él después de un par de segundos pero Amethyst pudo ver su sonrisa—. Primero, date un ducha, hueles fatal. Segundo, esta noche vas a poder usar tu espada.

AMETHYST |damian wayne|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora