Amethyst Wilson ha sido criada con una sola mision; vengar la muerte de sus padres, asesinar a Batman con sus propias manos. Alimentando su odio hacia los superheroes, Amethyst vive con quien es como un padre para ella; Slade Wilson conocido como el...
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SU TÍA IVY NO había mentido. La cabeza le dolia como si le hubieran golpeado con un martillo demasiadas veces, una vez le habia pasado y de no haber sido por sus poderes habría quedado inconciente. Vio el escritorio en el cual ya estaba el uniforme de la escuela privada, que iniciaría el lunes. Amethyst supuso que el dinero no pudo evitar que la inscribieran en medio del año escolar. Se paro lentamente de la cama, despacio, todos sus huesos le dolían, Robin no le causaba este daño, eran sus poderes, bendición y maldición a la vez. Sin embargo la próxima vez que viera a Robin le daría unos buenos puñetazos en la ingle. Suspiró y gruño mientras se levantaba de la cama, siendo invierno al levantarse hacia un frío terrible por lo que se puso un sueter y salio de la habitación. Sonrió sintiendo el olor a panqueques.
—¡Buenos días, cubo de azúcar!—la voz de su tia Harley la despertó definitivamente, la mujer le dio un beso en la frente y la hizo sentarse en el pequeño banco frente a la cocina, poniéndole un panqueque en el que tenia dibujado una carita feliz de crema batida.
—Gracias tia Harley—ella sonrió mientras le daba un mordisco al panqueque sin embargo un olor nauseando le tapo las fosas nasales e hizo una mueca de asco, casi dio una arcada—. ¿Dios que es ese olor?
—Es tu batido—la voz de su tía Ivy la interrumpió, poniendo un enorme vaso que contenía un liquido verdoso, y que se volvia amarillento al volver al fondo—. Perdiste muchas energías, te lo tomas todo.
—Pero...—Amethyst tomo el vaso y lo olio antes de hacer una cada—. Huele a perro mojado, y como si el perro hubiera vomitado, y otro perro se hubiera comido el vomito y hubiera cagado eso y luego alguien se lo hubiera comido y...huele como el ano de Al Qaeda.
—Todo—Ivy la obligó, Amethyst se apretó la nariz, se lleno de valor y comenzó a tomarlo tratando de no probarlo, rezando que no tuviera gusto a nada. Por desgracia sabia mucho peor de lo que olia por lo que rápidamente comio mas panqueque para sacar el horrible sabor, le extendió el plato a Harley y le lleno el plato de una pequeña torre de panqueques.
—¿Puedo ir al Hoyo Negro?—Amethyst preguntó mientras masticaba desesperadamente.
—¡Oh! ¡Por favor!—Harley aplaudió—. Necesito yo también cosas del hoyo negro! ¡He oído que trajeron mas mercancía ilegal!
—¡Vamos! ¡Vayamos todas como la gran familia que somos! ¡Por favor tia Ivy! Necesito un par de útiles para mi espada.
—Bien—Ivy rodó los ojos—. Pero quiero que te tomes tu tiempo, no estamos en un apuro.
—De acuerdo—ella aceptó mientras daba otro trago del batido—. Dios, asqueroso....
Despues de terminar su desayuno, fue a darse una ducha larga y relajante, todavía le habían quedado los vestigios de pintura negra en la cara, en la ducha fue normal ver moretones y alguno que otro corte, sin embargo tragó al ver sus venas marcadas en su palida piel, no eran azules, estaban negras.
