34. Débil

20.5K 1.3K 6.5K
                                    

Estoy confundido, me siento acorralado, apresurado

Dicen que es mi culpa, pero lo quiero demasiado

Quiero volar con él, donde el sol y la lluvia

Caigan sobre mi rostro, limpiando toda vergüenza

Cuando se detienen y me miran fijamente, no me importa

Porque yo siento por él

Lo que él siente por mí

Puedo intentar aparentar

Puedo tratar de olvidar

Pero me está volviendo loco, me hace perder la cabeza

t.A.T.u, all the things she said

🪐 💫 ✨

En menos de cuarenta y ocho horas yo ya había cometido mi primer error saliendo con Jaemin.

Y ese fue bajar la guardia.

El sábado, después del ensayo de la obra en la escuela, planeamos pasar el fin de semana juntos. Sería algo tranquilo, tal vez iríamos a comer, o a encerrarnos al departamento de Luhan como hicimos el día anterior, (y el día anterior a ese). Sin embargo, Jaemin cambió todos los planes al decir que tenía ganas de visitar el centro comercial.

Ingenuamente creí que tenía ganas de entrar al cine o ir a comer, pero, desde que aparcamos en el estacionamiento y enunció en voz alta lo que tenía en mente, supe que acababa de meterme en problemas.

Y bien grandes.

¿Cuándo voy a entender que sin importar que Jaemin siempre consigue lo que quiere?

— ¡Vamos a ir de compras! —dijo con una brillante sonrisa. Era una versión masculina de Marilyn Monroe; con una mascada de seda rosa envolviendo su cabeza, guantes blancos y gafas de sol.

Lo peor es que no se veía ridículo. Jaemin es un experto en proyectar elegancia bajo su piel sin importar la ropa que esté usando. Todo el trayecto al centro comercial me la pasé admirándolo; el sol de mediodía le había sonrosado las mejillas y en sus suaves labios persistía una sonrisa. Estaba tan feliz de haberme hecho caer en su trampa sin ningún esfuerzo, que casi logra hacerme olvidar el lío en el que acababa de meterme.

—Espero que con compras te refieras a cosas que necesitas —enfaticé el tú. 

Hizo trampa al quitarse las gafas y batear las pestañas de esa forma tan bonita que sólo él conoce.

—Sí —admitió, dejando las manos quietas sobre su regazo—, pero también quiero comprarte cosas a ti.

—No, ya hablamos de eso, Jae, de verdad —reiteré, poniendo cara de sufrimiento para dejar clara mi postura. No pensaba volver a discutir por algo que ya habíamos aclarado.

— ¿Desde cuándo se te da tan bien hacerme pucheros? —se burló y me estrujó una mejilla, dedicándome una divertida mirada de tolerancia. 

Lo aparté de un manotazo y apreté los labios uno sobre otro, para desaparecer todo rastro de esas dichosas expresiones que ni siquiera sabía que le estaba poniendo últimamente.

—No me la pongas difícil, muñeco —se inclinó cerca de mí y no fue justo porque iba a echar mano de cosas a las que no puedo resistirme como, por ejemplo, sus besos, para salirse con la suya—. Hazlo por mí, me encanta salir de compras.

Come my way「NoMin」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora