Come my way「NoMin」

49. Libertad

Huyo de los mentirosos

De la leña en el fuego

Sé que yo me creé a mí mismo

Sé que no puedo luchar

Contra los días tristes y las noches malas

Pero nunca te pedí ayuda

Eso te dolió

No podemos estar juntos

Así que me quitaste el amor de mis brazos

Y lo pusiste en los tuyos

Pero no necesito una cura para mí.

AURORA, Cure For Me.

🌑 🥀 ⛈️

Mark.

La cena se prolonga más de lo esperado. Se lo están pasando bien. Han reído mucho y en definitiva te gusta ver a tu amigo tan tranquilo en su nueva realidad. Su vida por fin tiene sentido. Hay una linda mujer a su lado, sosteniendo su mano y sonriendo dulcemente. Su vientre ligeramente abultado es la evidencia de la familia que pronto comenzarán. Las cosas por fin están tomando su lugar.

  — ¿No estás nervioso por los resultados de mañana? —Hyunjin cuestiona mientras se lleva la copa de champagne a los labios. Desde que regresó de New York el mes pasado han salido a cenar casi cada fin de semana y por esta ocasión tocó hacerlo en un lujoso restaurante. Es de tus favoritos. Muy diferente a los lugares que solía frecuentar antes de conocerte.

   —Estoy seguro de que me irá bien —sonríes con encanto. No revelas toda la confianza que sientes al respecto para no dar la impresión de tener las cosas fríamente calculadas.

   —Aun no puedo creer que no quisieras la ayuda de tu tío —responde él, como si te faltara un tornillo. Es cierto que nadie desperdicia sus influencias, así como así, especialmente si dichas influencias pueden darte directamente lo que buscas. Pero tú tienes buenos motivos. No necesitas la ayuda de nadie para tener lo que por derecho te pertenece.

   —Confío en mis habilidades —te encoges de hombros con falsa modestia, sin dejar de cortar la carne en tu plato—. Sé bien cuál es mi posición en el instituto. Espero que los demás no hayan olvidado la suya.

   Hyunjin asiente y no agrega nada más. Los tres continúan comiendo.

   Todo va como la seda. Mañana cuando entreguen los resultados de las casillas saldrás ganador y entonces podrás poner el orden que siempre has querido. Te desharás de lo que te estorba y la paz reinará en esa escuela, que, gracias al poco criterio e incompetencia de tu tío, se ha convertido en un basurero.

   —Cuando sea director —lo afirmas, no tiene caso ni dudarlo—, podrás tener tu puesto de vuelta, eso lo sabes, ¿verdad?

   Hyunjin alza la cabeza de golpe y sostiene la mano de su esposa con fuerza.

   —No quiero volver ahí —murmura. Y te sientes decepcionado. Los miedos todavía lo dominan. Tu amigo sigue sin tener lo necesario para ser un hombre de verdad.

   —Hyunjin —pronuncias su nombre con calma y aunque aún no tienes hijos, imaginas que es este tipo de confianza la que te gustaría infundirles al hablar—, no tendrás que preocuparte por nada. Las cosas no volverán a hacer como antes.