35. Celoso

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Una vez más se siente como si fuera amor
No puedo creer lo que digo
Todo el tiempo te veo

Enciende el auto
Aquellos letreros neón nos dan la bienvenida
Se convierten en punto culminante

No sé
Como te sientes
Que hay en tu mente
Quiero saber
No puedo dejar de pensar en esto
Haces qué me vuelva tonto
Y loco
Tonto.
Y loco...

Stray Kids, Alesso & Corsak - Going Dumb.

❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥

Un molesto sonido me hace abrir los ojos.

   Estoy desorientado, me duele la cabeza y tengo la boca seca y agrietada, como si un escorpión hubiera anidado en ella. Parpadeo y una extraña presión en mi brazo se acompaña de humedad. Vuelvo a parpadear para aclarar mi vista y me encuentro con que Jaemin tiene la cabeza apoyada en el interior de mi brazo, usándome de almohada. Sus labios están separados y de ellos emana un hilillo de saliva; está babeándome y mantiene una clase de incómodo abrazo a base de prensar su cuerpo con el mío que no puedo deshacer y que me adormece el brazo derecho.

   Por lo general la resaca me pone de mal humor y me provoca un dolor de cabeza tan espantoso que no me deja ni pensar, pero la imagen que tengo frente a mí es tan absurdamente tierna que sonrío.

   El sonido no deja de molestar.

   Es un teléfono. Pero no es el mío, porque cuando lo saco de mis jeans me doy cuenta que ha muerto, la batería se agotó. Reprimo un gruñido y lo regreso a mi bolsillo. La insistencia del odioso timbre me pone nervioso y ansioso al grado que hace que me puncen las sienes.

   Remuevo a Jaemin con cuidado, intentando despertarlo porque es obvio que se trata del suyo. Pero no responde. Se aferra más a mi brazo y hace un mohín que me informa que todavía no tiene ganas de despertar.

   Cierro los ojos y dejo que la llamada se pierda, prometiéndome que si no vuelve a llamar debe ser porque no era un asunto tan importante. Pero a los cinco segundos el teléfono vibra bruscamente y no me queda más remedio que rebuscar en los jeans de Jaemin para sacarlo y atender.

   Es indiferente ante mis toques y no sé hasta qué punto eso debería preocuparme. Pongo un dedo bajo su nariz para comprobar que esté respirando; lo hace correctamente. Bueno, al menos está vivo. Encuentro el celular en su bolsillo izquierdo y ni siquiera veo de quién se trata, deslizo el dedo por la pantalla y me pego el aparato al oído. Rezo en mi fuero interno porque sea Luhan o alguien agradable y comprensivo que no piense mal de mí cuando le diga que la persona que está buscando teóricamente se encuentra inconsciente.

   — ¿Hola? —contesto con voz ronca y pastosa.

   — ¿Jaemin?

   Es una voz masculina, pero dudo mucho que se trate de la de Luhan. Es más profunda y grave, y emplea un tono gélido, casi autoritario. Despego el celular de mi oído para ver de quién se trata pero la pantalla permanece oscura. Intento recomponerme y me enderezo sobre el asiento apartando a Jaemin suavemente por el hombro, a lo que se queja, pero aun así no se despierta. Da media vuelta sobre el asiento del copiloto y cruza los brazos sobre su abdomen, sin interrumpir su sueño.

   —No, habla... —hago una pausa y sopeso qué es lo que voy a decir a continuación, ¿Cómo debería presentarme? ¿Como su amigo? ¿Como su novio? No tengo cabeza para pensarlo—, Jaemin no puede contestar ahora —opto por decir para no enredarme más.

    Se hace un silencio tan prolongado que creo que el desconocido me ha colgado. Pero cuando finalmente habla se escucha contrariado—, ¿él está contigo?

Come my way「NoMin」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora