Come my way「NoMin」

51. Impacto

Perdónate por lo que eres 

Por lo que puedes ganar

Solo tienes que saber que si te escondes

No va a desaparecer 

Rebuscando entre las cartas

Sabiendo lo que se acerca...

MGMT, Little Dark Age

🤍   🖤   🤍

Capítulo dedicado a Marianita reina hermosa chula preciosa. Gracias por no dejarme morir sola con mis dudas de la maestría, jsjs tqmm, ¡Ya quiero que seamos colégas!<3 

💼   ⌚   🖊️

Jeno.

Hace mucho que no tenía tanto tiempo libre. Es chocante, porque no se sienten como vacaciones (y definitivamente no lo son) pero, al no tener que ir a trabajar dispongo de un tiempo extra que no disfruto porque no merezco y no uso porque no sé qué hacer con él.

   Trato de invertirlo en cosas de provecho. Despierto a Jaemin con besos lentos en el cuello y en la cocina le preparo un café bien cargado acompañado de dos rebanadas de pan con mantequilla.

   Me truenan las articulaciones cuando muevo el hombro derecho en círculos para deshacerme del entumecimiento. Dormir en el sillón no ha sido de nuestras mejores ideas, pero ambos lo teníamos merecido. Hemos superado el malentendido de la semana pasada con una extensa charla y mucho, mucho sexo. Pero, todavía tengo la sensación de seguir debiéndole algo. Lo que me ha llevado a esforzarme por ser un mejor novio. O por lo menos, más detallista.

   Acompaño a Jaemin a la puerta para despedirlo y obtengo como recompensa un delicioso beso con sabor a azúcar por el sobre que se espolvoreó en los labios. No son ni las ocho de la mañana y él ya está consumiendo azúcar como caramelos.

   —Voy a preparar el almuerzo—le anuncio, haciendo el intento por distraernos del nerviosismo que nos envuelve a causa de las elecciones—. ¿Qué te apetece comer?

   — ¿Tú podrías ser el plato principal? —pestañea coquetamente y se coloca el saco. He aprendido a ya no sonrojarme tanto por sus comentarios descarados.

   —Hoy no. Escoge otra cosa.

   —Lo siento, chef, pero es que mis gustos son muy precisos —va a inclinarse para atarse los zapatos, pero lo hago yo por él, para que su traje no se arrugue—. Me gusta comer lo que ya conozco.

   —Prepararé pasta, entonces.

   —Buena elección. Así el postre seguirás siendo tú.

   Alzo la mirada y pongo los ojos en blanco, resignado a sus ocurrencias. Termino de atar sus cordones y le paso el maletín. No pesa tanto como el mío. Lo he visto empacar solo dos colores de plumones para el pizarrón. Yo no sobrevivo sin cuatro como mínimo.

   — ¿Me llamarás cuando tengas noticias?

   —Sí, mi amor —encierra mi cara entre sus manos y me besa la boca entreabierta—. ¿Piensas quedarte aquí?

   —Saldré a correr un rato y después preparé la comida. No era una broma.

   Pasa su pulgar por el costado de mi cuello, tocando uno de los tantos chupetones que me hizo durante la noche. A Jaemin le ha dado por tener el control en la cama y yo lo disfruto tanto que me está preocupando.