12. Besos

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¿Alguna vez has hecho algo tan malo que de sólo recordarlo te decepcionas de ti mismo?

   Bueno, pues eso era exactamente lo que me estaba pasando.

   Pero multiplicado por mil.

   Durante todo el fin de semana intenté no pensar en nada. Hacerme creer que las cosas estaban en orden, que no tenía por qué cuestionarme. Aquella estúpida de angustia había sido una innecesaria creación de mi imaginación para joderme la vida. Total, esa no era la primera ni la última vez que me preocupaba por cosas sin sentido.

   Claramente intentar engañarme a mí mismo no funcionó.

   Porque con certeza yo sabía que algo andaba mal. Son de esas cosas que por mucho que te esfuerces en esconderlas, en aparentar que no existen; te buscan, te acorralan y te aprisionan, dejándote débil e indefenso.

   Me besé con un hombre. Es todo lo que pasa por mi mente. Lo que me atormenta al ir a dormir y recostar la cabeza contra la almohada. Nunca imaginé que un día tendría esa clase de reflexiones nocturnas.

   Me besé con un hombre y tuve un orgasmo al restregarme contra su cuerpo.

   Que terrible es aceptarlo, porque aunque no fuera en voz alta, seguía siendo igual de aterrador.

   ¿Por qué lo hice? ¿Por qué me dejé llevar hasta el punto de romper mis propios límites?

   Desde que vi a Jaemin jodiendo con uno de mis estudiantes debí hacerme a un lado, dejar las cosas fluir y no meterme en donde no me llamaban. Lo sé, ya he dicho esto antes, pero considero que nunca es suficiente arrepentimiento cuando se trata de querer cambiar el rumbo de las cosas.

   ¿Lo peor del asunto? Tal vez sea que la conciencia no me deja tranquilo. Me recrimina haber perdido la poca cordura que me quedaba. La sola posibilidad de verme al espejo me avergüenza. Mis ojos encuentran mi reflejo y vienen a mí todas esos recuerdos de los que estoy arrepentido.

   Me besé con un hombre.

   Joder, como duele repetirlo.

   Después de fumarme cuatro cajetillas de cigarrillos junto a la ventana de mi habitación, el lunes por la mañana estoy vuelto una verdadera miseria. Reconozco que me alarma la cantidad de nicotina que actualmente necesita mi cuerpo para quedar satisfecho, pero no hay mucho que pueda hacer al respecto. Esa es la desventaja de los vicios, una vez que se prenden de ti es casi imposible deshacerse de ellos.

   Trato de dejar los problemas en casa para trabajar con mis alumnos en paz, pero es difícil aparentar tranquilidad si la razón de mis pesadillas trabaja en el mismo lugar que yo. Evito quedarme más de lo necesario en la sala de profesores; apunto mi asistencia, me hago un café y me voy casi corriendo al salón de clases.

   La paranoia finalmente me sirve de algo y es que, en medio de tanto estrés, después de los retardos de la semana pasada, llego a mis clases temprano. Intento distraerme leyendo los trabajos que dejé de tarea y aunque son mucho mejor que otras veces, no son lo suficientemente absorbentes para que las sensaciones que recorren mi pecho desaparezcan.

   Disimulo mi desdicha durante la revisión. Fila por fila llamo a mis alumnos para que se acerquen a que les revise los trabajo. Analizo a mis estudiantes y busco en el acto una nueva distracción. La mayoría de ellos no deben de rebasar los diecisiete años. Sus rostros todavía son infantiles y sus miradas inocentes. 

   Llega el momento de revisar a un grupo de chicas y la menos tímida me pregunta si hice algo especial durante el fin de semana o si me pasó algo interesante, mientras bate las pestañas y enrolla los dedos en su rubio cabello; también es ella la que más maquillaje lleva de todas y la que recoge más su falda del uniforme para hacerla ver corta. Me gustaría decirle que no hay necesidad de tener prisa, que lo mejor es vivir y disfrutar a su debido tiempo de las etapas de la vida. Pero probablemente termine tachándome de aburrido o peor, de entrometido si le doy un consejo de ese estilo, así que me limito a contestar sus preguntas que no tienen relación con la clase, esbozando una sonrisa. No soy muy dado a relacionarme con los alumnos.

Come my way「NoMin」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora