9. Tensión

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Mi ánimo se vuelve intolerable a medida que transcurre la noche. El resto de la convivencia me la arruinaron la ansiedad y los nervios. No importó cuanto deseara mantener mi conciencia tranquila buscando a Jungwoo para hablar con él e intentar arreglar un poco las cosas, sencillamente no lo encontré por ninguna parte. 

   Lo único que sabía con certeza era el odio que mi mejor amigo debía de estar sintiendo hacia mi persona en ese mismo momento.

   De regreso a la realidad conduciendo en mi auto, contrario a mi situación Yeeun me hizo saber que se la pasó muy bien. O al menos eso es lo que me indicó su entusiasmo cuando comentó que vio a muchas personas que hace tiempo les había perdido la pista. Incluido el chico (ex compañero de la universidad por cierto) con el que estaba felizmente hablando y que dejó de acompañar sólo hasta que entré por ella y le dije que era hora de marcharnos si es que queríamos encontrar la carretera vacía. Mi sugerencia no le hizo mucha gracia pero terminó aceptando y de esa manera salimos de la casa que ni en sueños, creí llegaría a representarme algún día una sensación amarga.

   Durante el trayecto intenté prestarle atención a mi cita escuchándola atentamente, pero fue jodidamente difícil si mi mente no dejaba de ser una nube gris a punto de estallar. Evité darle señales a Yeeun que le indicaran mi frustración con el fin de ahorrarme explicaciones. Y tal parece que disimulé bastante bien pues en ningún momento tuvo la intención de preguntar nada. Por primera vez desde que la conozco me alegró que fuera tan parlanchina y que no hiciera otra cosa más que enfocarse en su mundo.

   Al dejarla afuera de su casa se despidió de mí y cuando pensé que las cosas no podían resultar más enrevesadas colocó una de sus manos sobre mi pecho, se inclinó hacia adelante y me besó.

   Eso terminó por revolver aún más mi mente. No lo esperaba, por un demonio que no. Tampoco es como que me quejara pero me dejé llevar por la idea de que quizá ella quería que las cosas se hicieran con calma.

   Sus labios eran suaves y su respiración dulce y acompasada. Reaccioné con torpeza y acaricié sus mejillas con las yemas de los dedos para darle más intimidad al beso que después de dos años estábamos compartiendo. Ella delineó mi labio inferior con la punta de la lengua y antes de que contestara su ataque con otro, se separó de mí, esbozando una sonrisa traviesa.

   — ¿Y esto significa que...?

   Dejé la oración al aire una vez que se separó de mí. Lo único perceptible en mi campo de visión eran sus labios delgados y sus dientes perlados. Por alguna razón no me sentía listo para mirarla a los ojos.

   — ¿Tiene que significar algo?

   Lo dijo con discreción y hasta con un poco de burla. No quería pecar de inocente, pero si yo me acerco a alguien y lo beso después de pasar una velada juntos, esperaría que al menos tuviera un significado.

   —Yo desearía que sí.

   Mi voz sonó más dolida de lo pretendía y entonces todo se quedó en silencio. No sabía si debería preocuparme o no. ¿Al menos consideró la posibilidad de volver conmigo?

   —Por el momento considero que así estamos bien, Jen—volvió a sonreír y me comprobó con la naturalidad que salieron de sus palabras, que ese era el veredicto final—. Apenas y si hemos salido una vez.

   Pero no es la primera, quería decirle, remarcar que nosotros teníamos una historia. 

   —Pensé que nosotros podíamos...

   — ¿Qué?

   —No sé. Estoy un poco confundido ahora.

   —Hagamos las cosas con calma —sonríe y luego me da un pico—. No comas ansias.

Come my way「NoMin」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora