El recorrido no fue tan largo pero sentí que con cada segundo me mareaba aún más en el auto tanto que había estado abrazando el brazo de bakugo en todo el trayecto. El no se quejo ni una sola vez y se había asegurado que yo no me moviera mucho mientras el chofer conducía.Bakugo le había dado un par de billetes al sujeto al llegar al lugar, bajo y aún me llevaba en sus brazos.
Entramos al edifico, yo quién estaba somnolienta y con ganas de morirme abrí un poco los ojos, era el edificio donde vivía el.
No había muchas personas en la recepción y solo pude ver a la recepcionista de la última vez.
—Karla— pronunció bakugo con su tono exigente. La mujer se levantó de la silla apresurada. —Lleva a mi habitación unas pastillas para la resaca y una sopa de pollo.— la chica asintió y pronunció un "enseguida señor"
Camino hasta el ascensor y entramos, le di un golpecito en el hombro señalando que me quería bajar.
Las náuseas comenzaron hacer más persistentes, me lleve las manos a la boca tapando el vomito que amenazaba salir y me tambalee, enseguida Bakugo me tomo en sus brazos impidiendo que mi cuerpo cayera en algún lugar del ascensor.
—No te atrevas a vomitarme encima— dijo el, seguido las puertas se abrieron.
Nuevamente me cargo sobre sus brazos, metió la llave, abrió la puerta y apurado camino a paso rápido hasta el baño, de un golpe con su hombro la puerta del baño se abrió, me coloco aún lado del retrete y el alzó la tapa.
Enseguida tome me puse a horcajadas tomando las orillas de retrete, quería vomitar, sin embargo no podía.
Comencé a sudar, mi cuerpo temblaba más de lo normal.
—¿Que pasa? ¿No puedes?— escuche su voz detrás de mi. Negué con la cabeza mientras aún miraba el interior del retrete.
Se escucharon pasos de un lado a otro. Al segundo el rubio se agachó a mi lado, abrió una botella de agua y la colocó en mi labios para que bebiera. Abrí la boca poco a poco tragando el líquido.
Comencé a toser, el vomito surgió y el líquido salió de mi garganta, ardía.
—¿Terminaste?— pregunto el. Asentí ligero con la cabeza. El me tomo por lo hombros y me llevo a la regadera.
Me sentó en un esquina, quito mis zapatos, desabrocho mi pantalón y lo bajo, me saco la blusa dejándome en ropa interior.
No podía hacer nada, el cuerpo lo sentía pesado y débil. Las palabras casi no salían de mi boca. Solo era un completo silencio en el cuarto de baño mientras bakugo me ayudaba con mi estado de ebriedad.
El abrió lo regadera. Se estiró para tomar el jabón, las ganas de vomitar aparecían de nuevo, el comenzó a mojar mi cuerpo poco a poco. El volvió a estirarse y tomar la botella de shampoo, el estómago se me revolvió, vomité encima mío y sobre su hombro.
Bakugo se sobresaltó enseguida—¡QUE MIERDA! QUE PUTO ASCO HARU!— vio su camisa que estaba arruinada por mi vomito. Luego su vista fue donde mi. Mi vomito se escurría sobre mi cuerpo.
Quería llorar, me sentía miserable, una persona horrible. Hace unas horas le había gritado a shinso y como el había dicho, fui una desquiciada. Estuvo mal de mi parte hacer sentir a shinso así y dejarme influenciar por bakugo.
Pero ahora quién hacía que me sintiera aún peor de lo que era, era shinso, de solo recordar que esas veces donde había dejado mi orgullo y dignidad Para hablarle y solo terminar en una situación peor.
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Tóxico
Fanfiction3 años pasaron desde aquel momento, haru creyó que podía dejar las cosas en el pasado simplemente. ¿Ella será capaz de enfrentar las consecuencias de su acción? "Eres mi salvación y refugio de toda esta mierda que me rodea" ⚠ En esta historia n...