Cap 42

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Bakugo se fue sonriente del aula siguiendo al profesor sin oponerse.

El profesor se hizo presente, después de pasar la lista de asistencia comenzó su clase. Mi mente estaba en otro lado, reproducía los recuerdos de hace un rato.

Quede en blanco. Una enorme ansiedad se hizo llamada, seguida de inseguridades y miedos. No dudaba de lo que sentía o de los sentimientos de bakugo, bueno tal vez si dudaba de los sentimientos de bakugo.

Todo este tiempo lo único que había hecho era joderme hasta decir no más y de un momento a otro estaba aquí, conviviendo con el bakugo que conocía.

No iba a dejar que mis pensamientos arruinaran mi buen humor. El pulso se me aceleraba con tan solo pensar en él.

—psss, pssss— me llamaban. Voltee donde denki.

—¿Que onda con eso?¿Están juntos o no? Es para saber si tengo que ir sacando el dinero— me pregunto. Me encogí de hombros sin saber que responder.

No estábamos juntos, solo...aceptamos nuestros sentimientos eso era todo.

Cuarentena y cinco minutos después la clase terminó. Era cambio de profesores, y nos tocaba álgebra. En ese tiempo tomó cuerpo lo sentía frío, estar mojada y bajo un aire acondicionado no es recomendable, incluso me gane una reprendida por parte del profesor al verme así de mojada.

Suspire cansada. En serio quiero irme. Quiero que lleguen las 8.

—La profesora dice que esta retrasada porque tuvo un inconveniente— dice una chica de la clase.

Me hundo en la silla y recuesto la cabeza hacia atrás. Vi por el rabillo del ojo que Gina se acercaba. Me levante y me detuvo sujetándome la mano.

Tire de mi mano fuerte para soltarme y la fulmine con la mirada.

—Que raro, esperaba que me denunciaras por el golpe— dije con ironía y ella se rió. Vaya sonrisa más falsa.

—No te preocupes, no te llegará una denuncia— me dice, hablo naturalmente pero eso era una clara amenaza.

—¿cómo te sientes? Dime, bakugo ya te dijo que te amaba— dijo y tomo asiento en el puesto
Vacía junto a mi.

Me quede sin palabras, no iba hablar de bakugo con ella.

—Puedes por favor, levantarte de ahí.

Ella ensanchó su sonrisa y jugó con las puntas de su cabello.

—¿de verdad crees que te quiere?— me dijo y la mire sin expresión. —¿De verdad le vas a creer a alguien que no viste por tres años? Él cambio Haru, al igual que sus sentimientos, no siempre te iba amar— alza los hombros restándole importancia. —No seas tan tonta, yo conozco a bakugo hace tres años, he visto sus peores facetas, tanto por las más deprimentes y las más violentas mientras tú apareces y crees que lo vas a cambiar con solo tú amor.

Ella alza la mano acercando los nudillos para acariciarme el rostro, lo apartó antes de que me toque. Ella suelta una ligera risa.

—El solo juega contigo para él tú solo eres un capricho, un capricho que lo complazca en la cama y algo que puede usar y deshacerse.Abre los ojos, amiga. —apreté mis labios. —Bakugo no te ama ni lo hará, te darás cuenta tú sola.— se levanta del asiento y golpea ligeramente la mesa con su uña larga.

Llegó la profesora, pasó por el umbral de la puerta y agradecí que llegara.

—Buenos días estudiantes— exclamó la profesora.

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora