Cap 45

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Estaba arrinconada contra la puerta de su departamento, estaba en transe con el beso feroz y desenfrenado de él, mis manos envueltas en su cabello mientras él, desesperado, tratando de abrir la puerta con la llave.

Intentó tanto hasta que lo logró, finalmente abrió la puerta. El sonido de la televisión encendida llegó a mi oído pero estaba tan concentrada en bakugo que lo dejé pasar.

Entre besos y acaricias, bakugo palmeó mis glúteos con sus dos manos dándome a entender que hiciera un pequeño saltito.

Hice caso sin refunfuñar y abracé su cintura con mis piernas, con mi brazo derecho lo abrace por el cuello, mientras que con mi mano acaricié su oreja, mejilla, mandíbula y seguí acariciando hasta meter la mano debajo de su suéter.

Sin detenernos en el beso, mi pecho subía y bajaba, Bakugo estaba siendo más agresivo que de costumbre, su beso era caliente y me dejaba a la espera de más. Sus manos apretaron mis nalgas y subiendo mi cuerpo de arriba abajo frotando mi intimidad con su dura ereccion.

Sus labios bajaron hacia mi cuello besando y lamiendo esa parte sensible de mi. Estire la cabeza hacia atrás extasiada por las sensaciones que el me hacía sentir, sentía que mi vagina estaba en llamas y aclamaba por tenerlo a dentro.

Me sujeto con un brazo y metió su mano dentro de mi blusa, volvió a pegar sus labios contra los míos uniendo nuestras lenguas, me aferre a su cuello con mis dos brazos y coloque mi mejilla contra la de él, suspiraba cada que masajeaba mi pecho izquierdo por encima del brazier, movia en círculos mi cadera para seguir sintiendo su ereccion, batallando con el deseo, me quito la chaqueta y estaba lista para que me quitara todo.

Se escucha una tos forzada a mi espalda,quede rígida y mire a bakugo, el me miró a mí, le pele los ojos y di una mirada para que mirara hacia atrás, puso los ojos en blanco y miró a mis espaldas.

—Yo solo vine por cerveza y acabo de ver una escena de porno— escuche la voz de denki.

que vergüenza— dije y escondí la cara en el hombro de bakugo y abracé su cuello, el no me soltó, en cambio me abrazo y me cargaba como una bebe.

—Quiero que se larguen de mi casa ahora mismo bastardos— ¿bastardos?

—Bro, vinimos a ver el partido— habló kirishima. —Pero están ocupados— dio una risita al final.

Mi cara se puso roja de vergüenza.

—¡HARU! ¡AMIGA MÍA! ¡BESTIE! Que salvaje eres!— hablo mina dándome un cumplido.

—¿Salvaje? Yo más bien diría caliente— hablo sero quien tenía ese acento descriptivo de él.

—Cierra la boca o te callo a golpes— amenazo bakugo a Sero.

Apreté el abrazo. —Bakugo...— lo llame pidiendo ayuda.

El rozo nuestras mejillas y comenzó a caminar. —¡NO LO DIRE DE NUEVO, LÁRGUENSE IDIOTAS Y DEJEN DE ENTRAR AQUÍ CUANDO SE LES DE LA GANA O LOS MATO!

Golpee su espalda. Bakugo caminaba hacia el pasillo, di la cara hacia ellos y agite mi mano con cara de vergüenza. —No le hagan caso, quédense— dije.

—¡ya habló la princesa! Pon ese partido! Voy a ganar esta apuesta— hablo denki sentándose en el sofá con una cerveza en la mano.

—Acabo de decir que no— refunfuño Bakugo y apretujó más mis glúteos haciendo que chillara.

—¡HEY! —quejándome removí el cuerpo, por accidente roce mi intimidad contra la de el— Y yo acabo de decir que si—

—Dije que no—

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora