Cap 33

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Salí de la cafetería, no quería seguir viendo a esos dos juntos. El pasillo casi estaba vacío. Necesitaba un lugar en silencio para poder calmarme. Necesito fumar.

Entre a la biblioteca de la universidad y me asegure que no hubiera nadie y prendí un cigarrillo, al poco tiempo me lo lleve a la boca.

Maldición ¿que ellos dos estaban juntos? Una mierda.

Escuche pasos rápidos detrás de mi.

Me sentí emocionado por escuchar esos pasos. Sabia que no se iba a quedar así.Lo hizo solo para provocarme. Me voltee con una gran sonrisa de victoria que fue borrada en un instante al ver que no se trataba de Haru, sino de Gina.

—aaghhh, eres tú— dije y volví a dar otra calada al cigarrillo en busca de algo de tranquilidad.

Ella me miró molesta y se cruzó de brazos.

—¿Porque esa actitud ahora? Estas muy raro últimamente— Ella hablo como si tuviera derecho de opinar algo sobre mi.

¿Raro? No veo nada de raro en mi. Solo que ahora estoy molesto porque al final haru acepto a shinso de vuelta.

Debe haber algo tras eso. No creo que hayan vuelto así por así. Estaba cerca muy cerca de tener a Haru de regreso, íbamos bien. Hasta que ese idiota tuvo que regresar de nuevo.

En este momento me sentía justo como la primera vez que encontré a Haru y shinso juntos y no hablaba de la vez que los encontré en la entrada de la universidad. Maldita sea, volví a dar inhalar el humo esta vez le di una calada aún más larga y expulse el humo dejando que mi cabeza se pusiera en blanco.

—Que mierda te importa lo que me pase o no— me gire decidió a irme, no estaba para aguantar a Gina. Camine y unas cuantos pasos, apague el cigarrillo y lo bote. Estaba muy bien tras haber estado con haru el fin de semana para luego venir y escucharla a ella.

—No querrás que algo malo le paso a Haru, o si?— mencionó Gina y detuve mis pasos, sentí pánico al tan solo pensar que algo le pasara.

apretando mis puños dándome la vuelta. No era la primera vez que ella me amenazaba con eso pero estaba harto de actuar de esta manera, estoy tan harto de ver como las cosas están saliendo, estoy tan harto de ver a Haru con alguien más. Suena egoísta pero quiero tenerla para mi y solo para mi, sin que nadie interrumpa.

Es gracioso tener ese pensamiento constante ya que hace tres años pensaba de una manera tan distinta y eso cambió cuando pasó lo de...

Me regrese donde ella y me acerque bastante hasta quedar cara a cara. Quería pegarle pero no podía hacer nada, no por ahora. Ella sonrió mirándome y luego acaricio mi mejilla.

—Buen perro, espero que entiendas tu lugar— mencionó ella en un tono bajo y me beso en los labios. No reaccioné solo me quede ahí.

—Que te quede muy claro, no hago toda esta mierda por ti, lo hago por ella— dije mirándola de manera gélida.

Cuantas veces no había deseado sólo matar a esta perra desde que la conocí. Todo por mi estupida culpa y mis malditos impulsos.

—Bebé, eso ya lo sé.— mencionó ella sin tener ningún tipo de miedo. Entiendo en la posición que estoy. Todo es una mierda, eso es lo que es.

—Aunque la quieras a ella, se que no tienes cómo escapar de mi— la chica de ojos azules soltó una risilla. Respire hondo tratando de calmarme y no hacer algo.

Me reí en su cara. —No te creas la gran cosa, una vez que consiga toda lo que quiera...— acerque mi mano hacia su frente y tome su cabello jalandolo hacia arriba. —Me voy a deshacer de ustedes—

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora