Cap 55

6.7K 789 573
                                    

—Vengo a negociar— dije en un tono tranquilo. Gabriel me miró sentado desde su gran mesa de comedor.

Alzó su pequeño vaso con whisky y me señaló.

—¿Tú?— me hablo con ironía.

No tenía paciencia y eso era obvio. La mayor parte del día había estado de un lado a otro deshaciéndome de los lugares donde el bastardo transcurría. Obviamente no estaba solo.

Ese grupo de personas que había reunido eran personas a las cuales Gabriel había estafado o arruinado su vida de cierta manera. La mayoría estaba dispuesta a morir con tal de que el recibiera su merecido.

—Entrégate o esto será peor— hable en un tono amenazante.

Estaba consciente de que él estaba al tanto de la situación, disfrutaba ver como se movía de un lado a otro. Mi pequeño equipo me mantenía al tanto de sus movimientos.

—¿Me estás amenazando?— se levanto molesto golpeando la mesa. No retrocedí y lo reté con la mirada. —¿Crees que me asustas? ¡YO TE DI TODO!

—No lo que quería— respondí. Él, exasperante, en un desliz sacó un arma, apuntándome directo a la cabeza.

Di un paso al frente.

—Si vas hacerlo, hazlo ahora. ¡ANDA! ¡DISPARAME! Igual estás jodido—apreté los puños y acerqué mi cara aún más.

El bajo el arma y comenzó a reírse.

—¿Donde está Gina?— pregunté una vez cuando se sentó en la orilla de la mesa. Comenzó a frotarse la frente aún sosteniendo el arma.

—¿debería de saber donde está?— me contesto con otra pregunta.

Estaba frustrado desde hace un rato y esa respuesta no ayudaba mucho. Saque el arma que traía atrás y apunte. El no titubeo y solo me miró.

—Donde está.

—¿ahora me vas a disparar?

—Te estoy haciendo una maldita pregunta, respóndeme si no quieres que te meta un tiro en la cabeza.

—Te dije que no lo sé. Sabes muy bien que ella hace lo que quiere.

Dispare a su hombro. Soltó un alarido. Enseguida llegaron sus guaridas y me apuntaron.

—La próxima va arriba. — advertí.

Baje el arma.

—No dejare que ganas tan fácil— mencionó mientras se tomaba con fuerza el brazo y llegaban unos hombres a socorrerlo.

Sonreí arrogante alzando el mentón.

Me giré y fui directo a la salida. Los guardias personales no se acercaron a mí y fácilmente me dejaron ir.

Una vez afuera estaba el auto de Sero.

Abrí la puerta y entré. No habíamos mencionado nada desde el día anterior, sin embargo había estado dispuesto con el Olán como desde un principio.

Encendió el auto.

—Déjame en mi edificio.

Hable y me quite la chaqueta. Estaba todo sucio, Pelear todo un día era cansado y lo que faltaba por venir. Gina no daba rastros, desde el accidente en la universidad se dio a la fuga, así sin más.

Espero que su escape haya sido con una cuerda y una silla.

Saque un cigarrillo y lo encendí.

—Iremos al hospital.

Lo miré.

—¿Algo le pasó a Haru?— pregunté inmediatamente.

—Se podría decir que si— en su tono no había preocupación, más bien inquieto.

Di una inhalada. No sabía ni cómo sentirme. Todo iba muy rápido. Eso seguro.

—Me enteré que los padres de Haru vendrán mañana, se enteraron hace unas horas sobre el accidente que tuvo Haru. Hitoshi les aviso.

Patee la guantera. —ESE MALDITO IMBECIL NO PUEDE MANTENER LA BOCA CERRADA.

Estoy harto de él y sus cagadas.

—En segundo lugar el Doctor no nos ha querido decir que ocurre con Haru.

Se quedó unos segundos en silencio al ver que un demente en auto conducía como un loco.

—Supongo que es algo delicado, ya que pregunto por los padres de la paciente. Denki le dijo que sus padres no viven en la ciudad, por lo tanto pregunto si ella tenía algún pariente o pareja. Mina respondió que te tiene a ti.

Sonreí de lado.

—Gracias por ayudarme.

—No lo hago por ti— detuvo el auto en el estacionamiento del hospital. —Lo hago por Haru y Jin.

Cerró la puerta. Baje y no dijo más nada, tampoco yo. Acelere El Paso hasta la recepción.

Di mi nombre y la enfermera que me atendió me dio la dirección y permiso para entrar.

Entre a la sala de Haru. El doctor estaba de pie junto a mina, Kirishima y denki.

Nos estaban esperando.

El doctor me tendió la mano, lo mire serio y al final le di un apretón de manos.

—¿Usted es el señor bakugo katsuki?

—Así es. ¿Le ocurre algo malo?— fui directo al grano.

—la situación de la paciente está estable por ahora, su situación es un poco delicada, por las fracturas internas y tras la pérdida de sangre. Su cuerpo aún sigue muy débil y— suspiró. Algo no estaba bien.

—en otras circunstancias esto fuera toda una alegría pero me preocupa que esta condición pueda afectar a la paciente y...

—¡DÍGAME CUÁL EL PUTO PUNTO!

—Podría estar embarazada.

Me quede pasmado. ¿Había oído bien? ¿Embarazada?

—¿Que?

—Durante la estadía de la paciente notamos cambios hormonales en su cuerpo, ademas que monitoreamos todo su proceso. El embarazo solo es una posibilidad, no es del todo seguro, podríamos decir con seguridad en una o dos semanas o tal vez en unos días más.Lo mejor en este caso es que no estuviera embarazada ya que podría perjudicarla, por lo anterior dicho, su cuerpo aún está muy débil y también notamos que no se ha estado alimentando correctamente los últimos días. En caso de que si sea un embarazo, haremos todo lo posible para mantener seguro a la paciente y a su hijo.

En mi cabeza solo daba vuelta que ella podría estar embarazada. Tanto había sido la sorpresa que había perdido el aliento. Coloque mi mano sobre mi labios y mire fijamente a haru.

Embarazo.

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora