Cap 29

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—¡VETE!— grite detrás de bakugo y camine hacia la puerta. El Rubio le había tirado la puerta en la cara a Denki.

¿¡Quién se cree que es el!?

Pase junto a Bakugo, el solo me miró molesto. Tome la perilla para abrir la puerta y dejar pasar a Denki y que bakugo se fuera de una vez.

Al poner la mano sobre la manija metálica, Bakugo colocó su gran mano sobre la mía deteniéndome en abrir la puerta.

—Abres esa puerta y te vas a arrepentir.— hablo el desde un lado mío aún sujetando mi mano.

—Quita tu estupida mano antes que comience a gritar y llame la atención— dije molesta pero bastante calmada diría yo.

Katsuki pasó por mi lado sin soltarme la mano, se posicionó detrás de mi y acercó su boca a mi oído.

Sentí un escalofrío en la espalda, un nerviosismo por todo mi cuerpo.

—entonces...¿sólo haciendo tarea?— murmuró Bakugo aún estando detrás de mi.Presionó su cuerpo contra el mío, colocó la otra mano a un lado apoyado de la pared.

—No tengo porque responder eso, no es de tu incumbencia.— exclamé y de un tirón quite la mano de la perilla.

Intente irme pero el me acortaba el paso con sus brazos o su cuerpo. Al final termine quedando cara a cara con el aún acorralada contra la puerta.

—Si es de mi incumbencia si se trata de ti—

Eso me dejo algo desorientada.

—¿Si se trata de mi?— Pregunté algo tímida y confundida.

—Haru...— Pronunció mi nombre bajito, de una manera sensual. —Eres de mi propiedad, no tengo porque volver a mencionarlo, harás lo que diga siempre—

Con lo último dicho fruncí el ceño y alce la pierna para patearlo en el medio, Bakugo fue más ágil y veloz y atrapó mi pierna y la enrollo en su cintura.

—Buen intentó pero no dejare que me patees los huevos— bakugo presionó duro contra mi y colocó su mano en mi cuello.

Su mano era grande y cubría todo mi cuello. Bakugo hizo algo de presión. Mi cuello podría quedar con una marca.

—Suel..tame..— mencione como pude, el aire no me daba para mucho y Kacchan solo me miraba a los ojos.

—No...— bakugo arrastro la palabra mientras acercaba su rostro al mío y posó sus labios sobre los míos. El al notar que yo no correspondía comenzó a besar al rededor de mis labios y mejilla.

No iba a seder. Intente zafarse pero su agarre en mi cuello me limitaba hacer bastante.

No iba a negar que quería besarlo, desde la última vez que estuvimos juntos no me he podido sacar a Bakugo de la cabeza y cuando digo esto es que pienso cuando nos acostamos.

Enrollé más mi pierna a su cadera. El presionó su entrepierna contra la mía y colocó su mano en mi muslo apretando fuerte donde fue subiendo poco a poco hasta llegar a mis bragas.

Puse mis brazos abrazando su cuello y abrí los labios. Bakugo no tardo y pego sus labios contra los míos. El beso era salvaje y nuestras lenguas peleaban entre sí.

Kacchan deslizo los dedos por debajo de la tela y acariciaba los labios carnosos de mi vagina. Nos tomamos un aire y nos separamos, el no perdió tiempo y subió su boca hacia mi oreja mordisqueándola un poco a la misma vez que introducía un dedo dentro de mi.

El seguía metiendo y sacando su dedo y jugaba con la paredes de mi interior haciendo que me retorciera por dentro. Me aferré aún más a su cuello tanto que había enterrado mis uñas, bakugo había soltado uno que otro gruñido por el dolor pero continúo así.

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora