Tóxico

Cap 44

Advertencia: cuando hablan "de esta manera" es en español. Los personajes interactúan en otro idioma.

Después de unos minutos donde bakugo conducía y yo estaba abrazada a él apoyando mi mejilla en su espalda, llegamos a un lugar donde estaba bastante concurrido a pesar de ser de noche.

Había un parque en el centro de todo y alrededor de este habían puestos de comida.

Habían tiendas de ropa, de souvenirs incluso habían personas que cantaban en el parque y otros haciendo espectáculos donde las personas de ahí se quedan a ver.

Baje de la moto y mire todo, contemple la linda noche y el clima era agradable. Bakugo bajo, acercándose a mis espaldas, colocó su mano en uno de mis glúteos y apoyo su barbilla en mi hombro.

—¿Te gusta esto, tonta?— me pregunta.

—Si, es tranquilo y lindo— le respondo aún viendo el parque.

—Que bien, pero no es aquí— me dice.

Hice una mueca.

—Si no es aquí, entonces para que me trajiste?

El dio una media sonrisa tomando mi mano.

—Solo sígueme— me dijo y camino a paso seguro.

Bakugo me llevaba literalmente arrastrando, sus piernas y pasos eran demasiado largo y mi pequeño cuerpo luchaba por no quedarse atrás.

Mi vista de frente era la espalda ancha de bakugo, reforcé el agarre de nuestras manos y vi como los músculos de su espalda se tensaban.

El apretó también el agarre y siguió caminado hacia adelante hasta que se detuvo al frente de una tienda.

Mire el letrero de la tienda "Cómics y más" recordé que este local, en nuestro pueblo había uno exactamente igual que fue el primer lugar donde llevé a bakugo después de conocernos y convencerlo de leer mangas.

Ese día recuerdo quedarme con el hasta muy tarde tanto que mi madre salió desesperada de la casa pensando que algo me había pasado para después encontrarme con bakugo tirados en el suelo del parque mientras leíamos, fue el día que mis padres lo conocieron a él.

Un día inolvidable, un día que me marco para siempre.

el local estaba abierto y el letrero de arriba estaba encendido.

—¿como descubriste este lugar?— parecía una niña pequeña, fui hasta la vitrina y vi todos los
cómics que tenían disponibles y me voltee donde bakugo a la espera de su respuesta.

—Salí a dar un paseo un día que me había ido de la mierda y encontré este lugar—

Lo mire curiosa.

—¿un día que te fue mal? Uy, que habrá arruinado ese día para el Gran rey de las explosiones— me burlé de él.

"Gran Rey de las explosiones" era un apodo que se había ganado Katsuki en primaria ya que el siempre iba por ahí explotando con todo y todos.

A él no le dio mucha gracia, me torció los ojos y fijo la vista al frente.

—Fue un día que quise ir a verte— me dice.

¿Verme?

—Me quisiste ver? ¿Aquí?— pregunté confundida.

El se giró donde mi serio, su mirada era de alguien que había recordado algo doloroso. Mi compostura cambio totalmente al notar eso.

Bakugo metió sus manos en sus bolsillos y miró al suelo patentado una roca. Alzó su vista y me quede congelada.

—dime, según tu ¿cuando fue la primera vez que nos volvimos a ver?— me preguntó.