Cap 54

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Bakugo

—Lo siento pero no puedo pasar así— me hablo una enfermera; la aparte con el brazo.

—¡Señor! Disculpe, Señor. ¡no puede!— me grito desde atrás, venía corriendo a mis espaldas y yo solo caminaba en la dirección que Mina me había dicho por teléfono.

—¡Señor!—volvió a llamarme, estaba harto.

—¡CÁLLATE Y DÉJAME, MALDITA SEA!

Le conteste ferozmente. Me pasó una mano exasperado por mi cabello. La enfermera se asustó y retrocedió, seguí mi rumbo.

Una vez que estaba delante de la puerta, No estaba preparado para entrar. Tenía miedo de verla postrada en una cama de hospital y yo no había hecho nada, solo la había ignorado por completo desde que ella se había ido así del restaurante.

Tome la perrilla de la puerta y respire hondo. Mis manos temblaban, la abrí.

En la habitación estaba mina, sentada a un lado de la cama y Kirishima estaba de pie junto a ella.

Ahí estaba ella. Inconsciente, postrada en la cama y conectado a una máquina. Sentí que las fuerzas en mi cuerpo desaparecían.

Los dos se acercaron donde mí.

—Te dejaremos solo—me dijo mina al pasar a mi lado, Kirishima solo palmeo mi hombro.

Una vez que escuché la puerta cerrarse caminé hasta donde Haru.

Me ardía la garganta y sentía un gran hoyo en mi pecho, un maldito ardor que no podía controlar.

Tome su mano y me arrodillé junto a la cama. No soportaba más el sentimiento y lloré. Apreté su mano contra mi cara y mis lagrimas solo salían.

Me lamentaba mentalmente de no haber estado con ella, de haber dudado, de haber sido un cabron, de haber hecho cosas solo por impulsividad.

No quería que me dejara, no así. Ella estará bien, lo sé. Es Haru.

—Así que..por favor, no me dejes...

Quería que su cuerpo reaccionara, que al menos moviera un dedo. Lo único que me indica que estaba bien era el sonido del latido de su corazón proveniente de una máquina. Su latido era lento y débil pero ella estaba ahí.

No supe cuánto tiempo había pasado, horas lo más seguro. Era tarde en la madrugada. Estaba sentado en un sillón en la esquina del cuarto y al frente de mi aún estaba Haru. La observaba mientras tocaba el anillo en mi cuello con la esperanza que algo bueno sucediera.

En todo este tiempo lo único que ocurrió fue que una enfermera entró.

Me ardían los ojos,garganta y la cabeza me mataba.Me mantuve despierto en todo momento haciéndome preso de mis pensamientos.

Recordé algo. Esa pequeña mierda estaba aquí en el hospital.

Me levante, sentía el cuerpo pesado, no me quería despegar de ella pero si quería arreglar todo una vez que despertara tenía que hacerlo ahora.

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora