Cap 53

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¿Saben lo que se siente esperar de todo y no recibir nada?

¿O cuando esperas algo de alguien y terminas recibiendo algo inesperado?

"La vida da muchas vueltas." Eso solía decirme mi madre y no entendía, incluso nunca le presté atención hasta ahora que comprendí que tenía razón.

El día del restaurante, los chicos y yo, lo habíamos pasado bastante bien, bebiendo y charlando después de la conversación con Jin.

Todo iba muy bien, de maravilla, Jin nos contó cosas de el bastante vergonzosas y chu no se quedaba atrás. Al igual que Kirishima que hacia el tonto.

Era normal.

La pasaba bien pero mi cabeza estaba en otro lado, mejor dicho enfocada en alguien que estaba al otro lado de la mesa.

El no había hablado mucho durante la cena, su mirada estaba fija en mí, no flaqueaba en ningún momento.

No decía nada, su mirada era Ruda, sentía que me desafiaba. Me miraba tan fijamente que no soporté más y necesitaba alejarme de la mesa por un momento.

Había ido al baño, me esperaba bastante que me siguiera pero no creí que entraría ahí.

Lo tenía adelante, tenía un gran debate entre tirarmele encima y golpearlo hasta que se arrepintiera de no haber confiado en mí.

Pero también unas inmensas ganas de tenerlo cerca y abrazarlo.

Lo conozco todo una vida y sé, y lo sé muy bien que tipo de persona es.

Es el tipo que a pesar de tener una capa dura y de hierro al exterior es todo lo contrario en el interior.

También se que el haría lo que fuera por mi y lo ha demostrado incontables veces. Tanto actualmente y cuando éramos niños.

La vez del accidente de la bicicleta. Fue la primera vez que me había dado cuenta que si podría pasar toda mi vida junto a alguien, que fuera él.

Así que si, cuando el dio el primer paso, acercándose a mi, escuche su voz en tono bajo cerca de mi oído y aunque mi cerebro dijera que no fuera más lejos, yo y mi cuerpo quería seguir.

No me detuve y lo terminamos haciendo en el baño de un restaurante.

Lo disfrute cada maldito segundo, sus besos, sus agarres, la manera en como usa su lengua conmigo, como juegan sus dedos en mi piel, en como me arremete, la manera en como me carga, me abraza contra el, como me toca e incluso como el con tan solo estar cerca como mi cuerpo puede reaccionar tanto.

No nos detuvimos ni aunque hubieron ocaciones en donde llamaban a la puerta.

Él solo tapaba mi boca y lo hacía con más fuerza, le gustaba hacerme sufrir de esa manera. Me gustaba que lo hiciera, no había nada en él que no gustara o conociera.

Pero sabía que aunque el me pudiera dar la mejor cogida del mundo, eso no podría cambiar el hecho qué tal vez no podíamos estar juntos.

Éramos una combinación peligrosa, no pidamos estar juntos por tanto tiempo por qué algo malo podía pasar.

Había tomado la decisión, en ese momento precisó en donde me vestía.

Con las piernas casi temblando y el cabello todo sudoroso, no mire atrás y al terminar de vestirme solo salí de ese baño y fui directo había afuera.

Los demás se habían ido, era lo mejor, no me despedía. Solo quería irme.

Escuche pasos atrás de mi y sintiendo una gran presión en mi pecho caminé aún más rápido y tome rápido un taxi al cual me subí.

Bakugo llegó rápido a la puerta y la intentó abrir.su cabello estaba desordenado, estaba sudado y sus vestimentas no estaban del todo acomodadas, incluso se le marcaban las marcas en el cuello y aún salió detrás de mi.

Comenzó a golpear la ventana con fuerza, tanto que temí que la iba a romper. Le dije al conductor la dirección.

Si me quedaba más tiempo iba abrirle la puerta. Lo sé porque me conozco.

Mire por la ventana en el camino, múltiples veces tuve ganas de regresar pero no iba a estar con él.

No así como están las cosas. No ahora mismo, quiero que el tiempo pase. Incluso pensé en intentar ayudarlo a él a resolver sus asuntos pero se que algo que le cabrea a bakugo es la ayuda de los demás y que el sienta que lo menosprecian.

No podía hacer tal cosa. Además mi cumpleaños sería pasado mañana. Tendría diecinueve años y que habría logrado a mis dieciocho?

Nada, a parte de haberme graduado de la escuela a la cual casi ni lo hago por lo momentos que pase en esos años.

Al día siguiente, esperé que el me llamara o que llegara a la puerta del dormitorio.

Lo quería pero supongo que estuvo bien que no pasara tal cosa.

Mina llego junto a Kirishima, ella estaba emocionada diciendo que saldríamos de fiesta los siete, que íbamos a celebrar mi cumpleaños a lo máximo.

Solo sonreía y asentía con la cabeza a todo lo que ella dijera.

Pasamos la mayoría de la tarde juntos hasta que tuvieron que irse.

Agradecí por estar sola.

No mucho recibí un mensaje de bakugo. Quería que saliera.

Me puse nerviosa y feliz, comencé a saltar hasta que debatí entre ir o no.

Al final lo hice. Baje y lo espere junto a un árbol donde estaba la banca.

Y luego todo pasó rápido. El auto yendo tan rápido, yo intentando alejarme lo más posible pero fue en vano, el auto iba a dirección a mi y no se detuvo hasta cumplir con su meta.

Lo único que recuerdo tras abrir los ojos un poco, era que no podía sentir nada, a parte de todo un dolor en el cuerpo y lo único que sentía en mi boca era el sabor metálico de la sangre y lo que escuchaba era una voz femenina que me llamaba desesperada y entre llantos.

"¿DIOS COMO PASÓ ESTO?"

"LLAMA A BAKUGO DE INMEDIATO"

Grito de una chica. "TAMBIÉN ESTÁ JIN, CARGA A HARU Y LLÉVALA AL AUTO, LLAMARÉ A SERO"

"AVÍSALE A DENKI QUE NOS VEMOS EN EL HOSPITAL CERCA DE AQUÍ"

"POR DIOS, TIENE UNA PIEDRA CLAVADA EN EL MUSLO"

"AYÚDAME CON JIN"

"POR FAVOR,HARU, POR FAVOR NO TE VAYAS...sollozos...ERES MI AMIGA"

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora