Festival deportivo Parte 2

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La enfermera terminó de desinfectar la raspadura de la mano de Sari y le puso una venda para protegerla, acabando con una amable sonrisa.

—Está listo, vas a estar bien —le dijo, a lo que la castaña simplemente asintió con la cabeza.

—Gracias —Sari se puso de pie y salió de la enfermería, afuera, Gaara y Matsuri la estaban esperando, parecía que charlaban sobre algo, se miraban mutuamente y se sonreían, eso era tan molesto, pero ella no tenía forma de separarlos, no sin quedarse sin una forma de estar cerca de él—. Chicos —habló, intentando llamar su atención.

—Ah, Sari —dijo Gaara, observando de reojo el vendaje de su mano—. Veo que ya acabaron, ¿te duele mucho?

La chica negó con la cabeza.

—No tanto, deberíamos volver, o quedaremos fuera de la competencia.

El pelirrojo asintió con la cabeza, tomando la mano de su novia, quien entrelazó sus dedos rápidamente, ante la molesta visión de Sari. Detestaba esto, odiaba que Matsuri siempre lo tuviera todo, a pesar de que mentía, de que no le decía la verdad a Gaara, él sólo tenía ojos para ella.

—Vamos —habló el único chico del grupo, empezando a caminar de regreso al patio, Matsuri no decía nada mientras Sari estaba presente, eso cada vez le intrigaba más, ¿en serio estaban peleadas? ¿Quizá era su culpa? Lo mejor era que le preguntara a su novia más tarde, ahora no era un buen momento.

Cuando llegaron al patio, en donde se estaban llevando a cabo los juegos, ya estaban participando en el juego de jalar la soga, de parte de su equipo estaban los más fuertes, Naruto, Kiba, Chouji e incluso Sasuke, se suponía que Gaara también participaba, pero había quedado fuera y lo reemplazaron con alguien más.

—Ay, no, llegamos tarde —dijo Matsuri, frunciendo levemente los labios.

—No importa, aún nos queda la carrera de relevos mixtos —le dijo Gaara, apretando un poco más su mano. Echó un vistazo a su alrededor y notó que sus padres estaban entre el público, también vio que Kankuro lo miraba desde el sector de tercer año, pero Gaara seguía molesto con él, así que lo ignoró—. Matsuri, necesito hablar sobre algo con mis padres, ya vengo.

—De acuerdo, Gaara-kun —respondió la chica, soltando lentamente su mano.

Gaara se alejó hacia donde se encontraban Karura y Rasa, dejando a solas a su novia y a su amiga, quienes se ignoraban mutuamente, ambas tenían las manos atadas y, sabían que, de hacer algún movimiento en falso, se hundirían las dos.

—Espero que estés disfrutando tu romance —habló Sari, el tono de su voz era completamente hostil, ya ni siquiera se molestaba en fingir frente a la que –alguna vez– fue su mejor amiga.

—Espero que disfrutes la friendzone —respondió Matsuri. Jamás se había imaginado a sí misma diciendo algo de ese calibre, no era una persona cizañera ni vengativa, pero tampoco se iba a dejar humillar por alguien que no había valorado su amistad sincera y que estaba tratando de hacerle daño gratuitamente, tenía que defenderse de algún modo.

Sari apretó los dientes, le habría arrancado todo el pelo de la cabeza a Matsuri, de no ser porque en serio le dolía la mano y, porque Gaara jamás se lo perdonaría.

—Les dije que no vinieran, es vergonzoso —se quejaba Gaara frente a sus padres, esta era la primera vez que participaba de un festival deportivo y, evidentemente, no le agradaba la idea de que sus progenitores lo estuvieran observando, ya no era un niño.

—También tenemos otros dos hijos aquí, ¿sabes? —dijo su padre, cruzado de brazos y viéndole con seriedad.

El pelirrojo sólo frunció el ceño, no quería responder algo grosero, ya que se estaban llevando muy bien.

No Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora