Ay, no puedo creer que ya estoy por terminar esta historia, jajaja. Este es el penúltimo capítulo, todavía no sé cuánto de larga será la parte final, pero creo que sí será un poquito más largo que los capítulos anteriores.
En fin, espero que disfruten<3.
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El final del año escolar estaba a la vuelta de la esquina, con tantos exámenes y cosas por hacer, Matsuri apenas había tenido tiempo para verse con sus amigas o dedicarse a sí misma. Esa mañana se estaba peinando el cabello frente al espejo, luego de un par de meses había vuelto a crecer, aunque todavía lo tenía por encima de los hombros, pero ahora era mucho más bonito y brillante, ya que lo cuidaba como si fuera oro.
Cuando terminó, se acomodó las mangas de la blusa por arriba de los codos y agarró su bolso de encima de la cama, donde llevaba sus cuadernos y libros. Bajó las escaleras casi corriendo y fue hacia la cocina, donde se llevó un pan a la boca.
—¡Ya me voy a la escuela, mamá! —exclamó, corriendo hacia la puerta.
—¡Matsuri, ponte bien el uniforme! —contestó la mujer, que en ese momento estaba lavando los trastos en la cocina, pero su hija ni siquiera la escuchó, simplemente salió como un rayo, siempre era así de desordenada—. Esta niña... —suspiró.
En estos momentos estaba sola en casa, ya que su marido se encontraba en el trabajo, organizando los últimos trámites para su traslado a la ciudad de Osaka, en donde sería reubicado con un puesto de gerente general, era una oferta que había tardado un poco en aceptar, debido a la salud de Matsuri, pero ahora que ella estaba recuperada pensaban marcharse apenas acabaran las clases, así que ella estudiaría el último año en una nueva ciudad, con nuevas personas, con nuevos desafíos, y dejando atrás todo lo que ya conocía.
—Llegaré tarde, tarde —se decía la castaña, cerrando la puerta del jardín delantero.
Apenas dio unos cuantos pasos hacia la calle, cuando sin querer chocó contra la espalda de una persona mucho más alta. Se alejó un poco, sobándose la nariz y mirando para arriba cuando él se volteó.
—Ten más cuidado —dijo su vecino, frunciendo el ceño.
Matsuri hizo un leve puchero, el hijo menor de los vecinos siempre era antipático con ella, cuando lo conoció en el hospital, luego de su accidente, creyó que era una buena persona, parecía agradable a simple vista, pero luego de un tiempo se dio cuenta de que sólo se trataba de un amargado sin remedio.
—Perdone, su majestad —respondió Matsuri, pasando por un costado.
Temari y Kankuro salieron en ese momento, ambos estaban dando los exámenes finales antes de graduarse e ingresar a la universidad, así que estaban bastante atareados y solían irse antes que su hermano menor, pero esa mañana justamente no era el caso.
—Oh, hola, Matsuri, ¿qué tal? —le saludó la rubia, agitando amablemente su mano.
—Temari-san, Kankuro-san, estoy muy bien, ¿y ustedes? —la chica les hizo una leve reverencia, sonriendo ampliamente a los dos.
—Todo bien, hoy son los últimos exámenes así que casi me puedo relajar —contestó Kankuro, tronando ligeramente su cuello, se notaba que había pasado unos días bastante tensos—. ¿Te vas a la escuela con nosotros?
La menor miró de reojo al pelirrojo, que se mantenía totalmente inexpresivo, ¿cómo es que podía ser tan serio? En la escuela parecía un poco más sociable, pero siempre que ella estaba cerca era como si la evitara, ¿será que le caía mal?
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No Me Olvides
Romance"Él le prometió que nunca la olvidaría, pero las promesas no siempre se pueden cumplir." Gaara y Matsuri eran amigos de la infancia, hasta que él y toda su familia debieron mudarse a otra ciudad. Gaara le prometió que nunca se olvidaría de ella y qu...