Era día veintiocho de diciembre, el cumpleaños de Hinata. La emoción de sus amigas era bastante latente, pues se habían reunido en el hogar de Ino para preparar todo y ofrecer una fiesta que fuera capaz de tirar la casa por la ventana.
Sakura estaba guardando los adornos importantes del padre de Ino, con ayuda de Sasuke, Matsuri y Tenten, mientras que Ino y Hinata se encontraban en el cuarto de la rubia, ya que ésta había insistido en vestir y peinar a Hinata para su fiesta, aunque ésta se negó muchas veces.
Gaara ayudaba a Sai a mover algunos sillones y mesas de centro hacia los costados de la sala, para que no estorbaran en medio de la fiesta, de verdad Ino se había pasado un poco con la organización, porque Hinata quería algo discreto, pero lamentablemente sus amigas no eran nada discretas.
—Ayúdame con esto —dijo Sai a Gaara, mientras sostenía el sillón más grande de un costado. El pelirrojo tomó el mueble del otro lado y ambos lo movieron hasta que topó la pared, entonces Sai sonrió—. Gracias, y pensar que me caías muy mal —bromeó, aunque por el tono de su voz, no sonaba como una broma, sino más bien como sarcasmo.
Gaara frunció el ceño.
—No le caigo bien a muchos —respondió, cruzándose de brazos—. Pero para ser justos, tampoco me caías bien.
Ambos miraron de reojo a Matsuri, que estaba guardando un jarrón que parecía muy caro dentro de un armario, todo eso quedaría cerrado para que nadie pudiera sacarlo, romperlo o hasta robarlo, o el padre de la rubia la mataría.
—¿Pensaste que te robaría a Matsuri? —Sai preguntó con sorna, notando enseguida que el menor lucía más enojado, era muy fácil de molestar—. Sí me gustaba, pero tranquilo, no hago ese tipo de cosas —añadió, ganándose una mirada de odio de parte de Gaara—. Además, ahora estoy con Ino-chan.
—Como sea —masculló el pelirrojo, entornando los ojos.
No le gustaba mostrarse celoso, pero había veces en las que no podía evitarlo, aunque sabía bien que podía confiar en Matsuri y que no debía preocuparse por otros chicos.
—Hey, todavía faltan algunas cosas —dijo Sai, señalando una pequeña mesa y otros muebles más que necesitaban mover, así que Gaara se puso en ello.
—¿Naruto no ha llegado? —le preguntó Sasuke a Sakura, mientras descolgaba algunos cuadros de la pared, lucían muy caros y era obvio que no podían estar ahí mientras los chicos locos y –seguramente– ebrios andaban por ahí.
La peli rosa negó con la cabeza, estaba un poco preocupada al respecto.
—No, tampoco contesta, es muy raro, dijo Hinata que desde hace días la ha estado evitando —contestó, su expresión no era del todo alentadora—. ¿Crees que vaya a venir?
—Mh... —el azabache finalmente bajó el cuadro y lo sostuvo entre sus manos—. No creo que se atreva a faltar, es el cumpleaños de Hinata, ya sabes cómo es, le gusta hacerse el interesante.
La chica recibió el cuadro entre sus manos y asintió con la cabeza.
—Tienes razón, Sasuke-kun, él es así —contestó, dejando salir una pequeña sonrisa.
Mientras todos estaban ocupados abajo preparando el lugar para la fiesta, Ino estaba con Hinata en su habitación, estaban acompañadas de Tenten, que estaba asistiendo a la rubia con su cambio de look para su amiga, aunque ésta última no se veía del todo emocionada.
—Hinata, tienes un pelo tan bonito —dijo Ino, mientras cepillaba el largo cabello de la Hyûga, la cual estaba sentada frente al tocador.
—Siempre se lo digo, me da envidia —opinó Tenten, que de vez en cuando le aplicaba un poco de agua por medio de un atomizador en el cabello a Hinata.
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No Me Olvides
Romance"Él le prometió que nunca la olvidaría, pero las promesas no siempre se pueden cumplir." Gaara y Matsuri eran amigos de la infancia, hasta que él y toda su familia debieron mudarse a otra ciudad. Gaara le prometió que nunca se olvidaría de ella y qu...