Confusa decisión Parte 1

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¡Hola! No había tenido tiempito de actualizar, espero que me perdonen y les guste esta parte.


Acababan de tocar el timbre para salir al patio y Matsuri se acercó a Gaara con un par de carpetas en sus manos. A pesar de que se mostraba sonriente y tan alegre como siempre, dentro de ella sentía un extraño tornado dándole vueltas; una confusión que esperaba pronto se le quitara, porque no le gustaba sentirse así, era algo demasiado incómodo, además no lo comprendía.

—Gaara-kun... ya que somos los delegados de la clase creo que deberíamos echarles un vistazo a algunas cosas —dijo con autoridad, después de todo ella estaba un puesto más arriba del pelirrojo, así que prácticamente él era su sirviente—. Ven, ayúdame con los temarios de los exámenes.

—Claro, voy —respondió de mala gana el pelirrojo. La verdad hacer este trabajo le parecía de lo más aburrido, sin embargo, estar con Matsuri era una historia diferente, adoraba molestarla, hacerla enojar, ver su carita de niña berrinchuda cuando le decía algún comentario molesto.

Los dos jóvenes se pusieron a trabajar, mientras que Sari sólo los veía con mala cara antes de salir del salón, pero Matsuri ya había aceptado ayudarla, sabía que ella no sería capaz de traicionarle, la conocía demasiado bien.

—Mira eso, Hinata —le susurró Sakura a la joven Hyûga, la cual hasta hace unos segundos tenía su atención centrada en el joven Uzumaki, pero desvió la mirada de él al oír la voz de su amiga, que le señalaba hacia donde estaban Gaara y Matsuri—. No tenía idea de que Matsuri se llevara tan bien con el chico nuevo ¿No crees que hacen una linda pareja?

—N-nosotras no podemos decidir eso, Sakura-chan —le respondió la chica—. P-pero lo cierto es que lucen bien... n-nunca había visto a Matsuri-chan mirar así a un chico... —dijo ahora un tanto más interesada, pero estaba en lo cierto, jamás había visto a Matsuri así, había algo extraño en todo esto, algo que comenzaba a intrigarles.

—Eso es muy cierto —la secundó la peli rosa, que después de quedarse varios segundos en silencio, decidió salir cuando notó como su novio Sasuke le hacía una seña—. Bueno, el amor me llama, nos vemos luego.

—Eh... —Hinata no alcanzó a decir nada cuando Sakura ya había desaparecido, así que decidió sacar un poco de dinero de su bolso para ir por algo de comer a la cafetería. Hace un momento Naruto había salido corriendo del salón junto con Kiba y Shino, ambos muchachos estaban en el club de soccer y siempre rogaban a Naruto para que se les uniera, pero el rubio era firme en no renunciar al baloncesto, era un deporte que verdaderamente amaba, aunque fuera sólo como pasatiempo, sin embargo, eso no impedía que de vez en cuando saliera con sus amigos a mover un poco las piernas, mientras no fuera oficial no sucedía nada.

Hinata siempre observaba a Naruto jugar durante los recesos, a veces se sentía como una espía o una pervertida, no es que se imaginara cosas obscenas de Naruto, sino que siempre lo estaba mirando en silencio y desde lejos, tenía entendido que eso no era muy sano que digamos, pero no tenía las fuerzas necesarias para acercarse a él y hablarle de frente, por eso anoche, cuando habían hablado por chat había tenido que mentirle, diciéndole que era otra persona. Lo sabía, estaba mal, pero era lo único que en ese momento se le había ocurrido para no desmayarse.

¿Por qué el amor debía ser un sentimiento tan complicado? Aún no era capaz de comprenderlo.

Después de comprar un delicioso refresco y un pan dulce, se sentó sobre una columna de piedra que le permitía una visión óptima del rubio mientras éste corría por toda la cancha de fútbol, parecía tan feliz haciendo eso que no pudo evitar que una sonrisa apareciera en sus labios.

No Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora