Gaara pov.
Cuando regresé a casa lo primero que hizo mamá fue preguntar por sus famosas cortinas, aunque al ver que yo estaba herido prácticamente las arrojó al suelo y me hizo un montón de preguntas fastidiosas. Traté de responderlas rápido y me fui a mi habitación, recostándome en mi cama para descansar de ese día tan largo que había tenido, pero en lugar de cerrar los ojos observé con detenimiento mi dedo meñique, ese con el que había hecho la promesa con Matsuri.
No sabía si esa extraña visión que tuve en el momento había sucedido o no, pero me había dejado bastante inquieto, tanto como para comportarme como un idiota con Matsuri. No podía culparla, ella sólo trataba de acercarse a mí y era algo que realmente me sorprendía, ya que nunca nadie había deseado acercarse a mi persona y querer conocerme, todos me aislaban y para mí era mejor así.
Por eso Matsuri era diferente a todos los demás.
En el fondo no sabía bien qué era eso que ella me provocaba, pero me gustaba estar cerca de ella, aunque fuera seco y antipático, era lindo verla sonrojarse o inflar las mejillas como un globo.
—Que idiota soy... —susurré con pesar, porque realmente algo extraño estaba sucediendo conmigo desde que la conocí a ella, algo nuevo para mí.
Fin Gaara pov.
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En casa de Kiba, se estaba viviendo una campal batalla entre el muchacho de cabellos castaños y otro chico de cabello negro y piel pálida, el cual poseía dos ojos azabaches y una mirada un tanto sínica, su nombre era Sai y aunque era amigo de los chicos, era bastante reservado.
Sasuke estaba sentado junto a los dos chicos observando el encuentro, pero repentinamente se puso de pie al darse cuenta de que Naruto no les prestaba la más mínima atención, desde hace un rato estaba concentrado en su notebook y no dejaba de escribir tras soltar pequeñas e intrigantes risitas.
—¿Qué haces, dobe? —preguntó curioso, mirando de reojo la pantalla de la laptop, a lo que Naruto pegó un salto por la impresión, pues no se esperaba oírlo detrás de un momento para el otro.
—¡Teme! —gritó enfadado—. ¡No me asustes de esa manera!
—No te he asustado, sólo pregunté qué haces, ya que ni siquiera le prestas atención al juego —dijo el Uchiha con el ceño fruncido. Volvió a espiar en la pantalla de la laptop y leyó algo interesante—. ¿Quién es Hikari?
—¡E-eso no es de tu incumbencia! —exclamó Naruto sonrojado y cubriendo la pantalla de su portátil—. Es sólo una amiga —explicó por fin.
Sasuke arqueó una ceja, incrédulo.
—No me digas que por fin tienes novia y dejarás de ser un freak.
—¡Cállate! —Naruto se puso de pie y le apuntó con el dedo índice en forma acusadora—. Para empezar, tú me robaste a mi novia, así que no opines sobre eso.
—Tenías doce años cuando te gustaba Sakura y ni siquiera era tu novia, no seas idiota —Sasuke lo miró de mala gana y luego regresó a sentarse, descubriendo que por la sonrisa retorcida que acababa de poner Sai, había ganado el juego contra Kiba.
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Matsuri pov.
Me dejé caer con delicadeza dentro de mi cama después de haberme dado un refrescante baño. Estaba contenta, a pesar de que al final Gaara-kun se comportara frío conmigo, aceptó ser mi amigo, hicimos una promesa, como hace años.
Todavía podía recordar esa promesa de cuando éramos niños, para mí fue muy triste que Gaara-kun la olvidara, pero como la hicimos nuevamente eso ya no importa. Yo lo veía como si estuviera recuperando a mi mejor y más preciado amigo, y eso me hacía sonreír.
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No Me Olvides
Romance"Él le prometió que nunca la olvidaría, pero las promesas no siempre se pueden cumplir." Gaara y Matsuri eran amigos de la infancia, hasta que él y toda su familia debieron mudarse a otra ciudad. Gaara le prometió que nunca se olvidaría de ella y qu...