Feliz cumpleaños Parte 4

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Después de que un montón de chicos le estuvieran hablando, Matsuri se puso a buscar a Gaara con la mirada, cuando al fin había logrado deshacerse de ellos, pues no la dejaban ir a ninguna parte. Mientras caminaba entre las personas de la fiesta que se divertían bailando, pudo ver la rojiza cabellera del chico un poco más adelante, entre un par de chicos que le tapaban la visión. Se acercó cuánto pudo, sorprendiéndose al ver que su prima Ino estaba besando a Gaara y éste no hacía nada por alejarla.

No sabía por qué, pero aquella imagen le había dolido mucho, tanto, que hasta tuvo ganas de llorar. No hizo más que alejarse corriendo, no quería interrumpir aquel momento.

—¿Qué te pasa? —cuestionó Gaara, alejando a la rubia de él, había sido tomado por sorpresa con un beso y realmente le molestaba, ¿cómo podía ser tan atrevida esa chica? Obviamente él no quería besarla, la única a la que él quería besar era a cierta castaña.

—¿No te gustó mi beso? —le preguntó Ino, sonriendo juguetonamente, pero pudo notar la mirada de furia del más alto.

Gaara no le dijo nada, simplemente se dio la media vuelta y se marchó, tenía que buscar a Matsuri. No debería haberle dado ni siquiera un baile a aquella mujer.

Matsuri, por su parte, había corrido hacia afuera de la fiesta, quería irse a casa, ya no se sentía con ánimos de estar en ese lugar, así que pidió un taxi apenas estuvo pudo. Se montó en el auto y le indicó la dirección al conductor.

¿Qué me pasa? —se preguntó mentalmente, mientras miraba por la ventana, ¿por qué le dolía ver a Gaara con otra chica? ¿Qué estaba pasando con ella?

¡Él sólo era su amigo!

Debería ponerse contenta por él, pero no lo estaba, sólo estaba muy confundida.

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Era ya entrada la noche cuando Sakura y Sasuke se encontraban solos en la habitación de ella, pues él se había quejado de que le dolía un poco la cabeza. La peli rosa le había llevado, diciendo que le daría una pastilla para luego enviarlo a casa, así que ella se encontraba rebuscando en su botiquín.

—Aquí está, Sasuke-kun —le dijo con una sonrisa, entregándole la pastilla al chico, el cual se la llevó a la boca sin más—. No la tragues aún, déjame traerte un poco de agua —Sakura salió del cuarto por unos minutos, en los cuales, Sasuke aprovechó para sentarse sobre la cama de la chica, cuando ella volvió, lo encontró mirando hacia la ventana—. Aquí tienes —dijo, ofreciéndole el vaso.

—Gracias —habló Sasuke, bebiendo el agua para poder ingerir el medicamento—. Tu cuarto es bonito, es la primera vez que vengo.

Sakura no pudo evitar sonrojarse al darse cuenta de que aquello era verdad, era la primera vez que traía a su novio a su habitación, estaban los dos solos, eso comenzaba a ser un poco incómodo.

—Oh, g-gracias, Sasuke-kun —murmuró, bajando la mirada. Su corazón había comenzado a latir muy rápido—. ¿Bajamos ya? —cuando ella iba a dirigirse a la puerta, Sasuke la jaló por la muñeca y la obligó a caer sentada sobre sus piernas. La peli rosa estaba sorprendida y su rostro ardía de la vergüenza, ¿qué le pasaba a Sasuke?

Él tan sólo la miró.

—¿Qué sucede? —se atrevió a preguntar, repleta de nervios. Sus piernas estaban ubicadas alrededor de las de Sasuke, era una posición un poco comprometedora.

—Nada, ¿por? —le respondió él, acercándose a sus labios.

Sasuke podía ser un chico bastante frío, todo el mundo podía incluso pensar que no tenía sentimientos del todo, pero no era así. Sasuke nunca habría tomado a Sakura como su novia si no sintiera nada por ella; aunque tratara de disimularlo y parecer distante, dentro de él, los sentimientos eran tan fuertes que muchas veces no se conformaba sólo con besarla o abrazarla, necesitaba mucho más.

No Me OlvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora