━✧Te Amo✧━

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Carlisle Justiniani

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Carlisle Justiniani

Salgo del baño con al albornoz cubriendo mi cuerpo y absorbiendo la humedad de éste, lista para buscar un atuendo que usaré en la fiesta de Asher. 

La única prenda que llevaba, cae al suelo dejándome totalmente desnuda y para que pueda aplicarme la crema corporal, seguido de la ropa interior.  Me doy la vuelta para tomar el pantalón de tela que reposa sobre mi cama y sobre salto al ver a Nahin de pie en la puerta, con los ojos oscurecidos y la vista fijada en mí.

¿No puedes tocar la maldita puerta?por poco y me da un infarto.   Maldito enfermo.¿Desde hace cuanto estás allí?

—Lo suficiente como para decirte que la próxima vez, seré yo quien te aplique la crema

—Idiota—revoloteo los ojos y siento como mis labios se expanden en una sonrisa.  Con sus manos guardadas en los bolsillos de su pantalón de vestir negro, empieza a acercarse a mí.

Que traiga el cabello medio rizado, que en su ceja izquierda resalte un zarcillo dorado, que sus orejas estén decoradas con pequeños aretes y que su camisa esté abotonada hasta la mitad, dejándome apreciar parte de su pecho, me nubla la coherencia, haciéndome agua la boca.

Vuelvo a sus ojos, deleitándome con su dulce color miel y antes de que pueda decir algo, sus labios ya secuestraron los míos.

—Deja de mirarme así, sino, no llegaremos a tiempo a la fiesta de Asherbisbisea luego de liberar mis labios

¿Quién te dio permiso de entrar?

—Yo

—¿Y quién te crees para entrar a mi habitación?

Esa sonrisita ladina que lo caracteriza, vuelve a sus labios y de paso, una de sus cejas se alzan, formando un arco, dándole un aspecto bastante retador.  Sin previo aviso, manda su mano a mis nalgas, resonando una nalgada que me hace jadear y no le basta con eso, sino que también me las aprieta, empujándome hacia él, logrando mermar la distancia entre nosotros.

No me creo—con los labios pegados a mi oreja, me habla, acariciando con su tibio aliento, mientras sus manos se mantienen ahí, en mis nalgas, haciendo leves caricias—Soy 

no juegues con fuego, Nahin...

entonces no me entregues las antorchas, Carlisle.

debo terminar de alistarme—trato de entrar en razón, pero el movimiento de sus manos no me ayudan

—Puedo ayudarte con eso—sus manos se meten por dentro de la tela y empieza a bajármela

—Nahin, es vestirme, no desvestirme

—no noto la diferencia—se ríe

—hablo en serio

Lullaby: Don't break 《REESCRIBIENDO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora