Ruegame y Sigo

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Capítulo 49

Lullaby Mikaelson

Maheus, y esta vez no me equivoqué sí es Maheus, quien me deja de vuelta en la mansión roja.

Bajo del auto y de inmediato el frío de madrugada me abraza haciendo que me apresure a entrar a la mansión.

—otra vez tarde, señorita—saluda Dwayne

—hola Dwayne

—la señora Leanheay estuvo hoy aquí, cenó aquí incluso

—no me hablas de comida que muero de hambre

—¿le digo a Joe que le prepare algo?

—por favor—sonrío

—¿Qué le apetece?

—hamburguesas—arrugo la nariz y se ríe

—esa no es una cena digna de un Mikaelson, señorita

—lo sé, si Leanheay se entera, me mata

—por mi parte no sabrá nada—se lleva la mano a los labios y hace un ademán como si estuviese cerrando una cremallera.

Me saca una sonrisa—eres el mejor, Dwayne

—lo sé—me guiña y ambos caminamos hacia el comedor principal.

Dwayne tuvo que levantar al pobre Joe, que ya estaba durmiendo, para que me prepara de comer y este no se negó en lo absoluto, bueno tampoco es como si pudiese negarse.

—provecho—me dice luego de entregarme una bandeja con exquisitas hamburguesas y una malteada de fresa

—gracias, Joe

—a la orden, señorita—sonríe de manera amable, tal vez mandándome al demonio por despertarlo a las 2 de la mañana, pero que te digo Joe, mis padres te pagan muy bien.

Tomo una hamburguesa entre mis manos, con el cuidado de no quemarme, porque aún está calientita, con la carne jugosa y el queso derritiéndose...mhm... exquisitez pura.

—a ver Dwayne

—¿dígame señorita?

—¿Cuántos años tienes sin probar una hamburguesa?

—muchos, señorita

—se nota en tu cara de anciano deprimido

Se ríe—no estoy deprimido, señorita

—bien, entonces siéntate y come conmigo

—no creo que eso sea ap...

—no te pregunté, Dwayne

sonríe—de acuerdo.

Terminamos de cenar y me encamino a las infinitas escaleras, me quito las Vans amarillas y las llevo en mi mano mientras voy subiendo y maldiciendo a Leanheay por mandar hacer tantas escaleras, pongo el pie en el último escalón y...

—¡maldición! —gruño

—¡siempre se me olvida el puto elevador!

Escucho la carrasposa risa de Dwayne

—no es gracioso, Dwayne ¿no pudiste recordármelo?

—no, señorita, amo verla quejarse luego de subir tantos escalones

—púdrete, Dwayne

—¡eso no es muy amable de su parte, señorita! —me grita puesto que estoy bastante lejos

Lullaby: Don't break 《REESCRIBIENDO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora