Discusiones de a Tres, En Situaciones de a Dos

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Capítulo 56

Nahin Pines

Era casi media noche y no había ni un solo rastro de Lullaby. Esto ya no me gustaba y yo no era el único inquieto, pues el perro no había dejado de chillar y reclamar a su dueña.

Llevaba dos días sin saber absolutamente nada. No respondía las llamadas y mucho menos los mensajes. Leanheay decía que todo estaba bien, que cuando se tenía ese tipo de reuniones se solía perder contacto, pero sencillamente no podía aceptar eso como respuesta. Yo necesitaba, aunque sea un maldito mensaje de su parte.

Después de dos minutos de que Dippy se calme, yergue la cabeza y de inmediato baja de la cama, corre hacia la puerta y poniéndose sobre sus dos patas traseras, empieza a rasgar la puerta de manera desesperada a la vez que chilla.

—Dippy, ya basta—bajo de la cama y cuando estoy por tomarlo en mis manos, la puerta de la habitación se abre y ella aparece.

—¡Lullaby por Dios! —es lo único que logro decir—¡Por qué demonios no respondes mis llamadas! —me paso las manos por el rostro en un claro gesto de frustración y me paralizo cuando mi vista cae sobre su pierna derecha y noto como trae el pantalón rasgado a la mitad y manchado en sangre

—estoy bien—es la único que dice

—¡Estás bien! —la rabia me consume—no me llamas, no apareces, no hay rastro de ti, llegas dos días después, con una herida en la pierna y lo único que me dices es "estoy bien"

—Nahin no ten...

—no—la corto—no me vengas con que no tienes tiempo para esto, no lo acepto—y mientras yo estoy en modo esposo preocupado, ella esta relajada, con el rostro sereno, se cruza de brazos y se recuesta sobre el marco de la puerta—¿no vas a decir nada?

—estoy esperando a que termines de regañarme—oculta la risa

—no le veo el chiste

—yo sí

La miro totalmente serio

—sigue con tu berrinche, me gusta esa faceta tuya

—sabes qu...

No me deja terminar de hablar porque ya me ha plasmado un beso—lo siento—dice—y la herida no es grave, solo un pequeño rasguño que ya cocieron—vuelve a besarme—créeme que quise atender tus llamadas y enviarte un mensaje, pero no sabes lo agotador que es ser la jefa de los Röda Drakar

—solo debía ser un segun...

Vuelve a callarme con un beso—estoy cansada, por más que me gusta verte preocupado y en modo gruñón, quiero descansar ¿sí? Luego tendrás todo el tiempo para seguir con tus regaños, ojitos lindos

Y ya señores, ya caí, ya se desvaneció toda rabia y enojo.

—necesito de tus mimos ¿puedes? —hace un puchero y me saca una sonrisa.

—¿Cómo pasó? —pregunto cuando se sienta en el sofá del baño y empiezo a desvestirla

—un idiota que pretendía robarme.

La ayudo a meterse en la tina y mientras su cuerpo es acariciado por aguas tibias y suaves espumas, yo me dispongo a buscar algodón y alcohol para limpiar su herida.

—¿duele? —le paso el primer paño húmedo con alcohol

No responde y entonces volteo a verla y está mirándome con determinación mientras me deja observar la sombra de una dulce sonrisa.

Lullaby: Don't break 《REESCRIBIENDO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora