¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Carlisle Justiniani
Me había marchado victoriosa y sonriente, dejando a Nahin con un empalme que debió ser muy insoportable. Pobre alma. Pero es que ya lo había dicho, amaba jugar con la tención del momento y la tención de Dippy, daba para mucho. Lastima que ya era hora del almuerzo y mis amados hombres me esperaban.
—Que alegre anda María—canturreó Asher nada más me verme
—Ajá y muy sospechosamente huele a NahinPines.—Había soltado Nathan, mirándome de una forma cómplice a través de su heterocromía— ¿En que porquerías te andas, Bunny?
—¿Y tú como sabes a que huele Nahin?
—Mi amor, compartimos la mayoría de las clases, su olor ya me ha quedado grabado.
—¿Qué?—inquiere Ian mientras trata de conservar una risa—¿Celosa?
Sus comentarios terminan por hacerme rodar los ojos. Últimamente se ganan la vida jediéndome con temas de Nahin y eso que se supone que son mis amigos.
Matías Montecinos, un rubio de hermosos ojos azules, es quien me hace entrega de mi almuerzo, pues cuando me tardo un poquito en llegar, ellos me piden el almuerzo. Son tan divinos que me cuestiono porque no me caso con ellos.
Cuando ya estoy un poco más relajada y degustando mi exquisito croissant de almendra, es cuando noto que en la mesa solo somos seis, cuando deberíamos de ser siete.
—¿Y Jones?
—Resulta ser—se dispone Luka en contarme, pero claro, nunca deja de saborear gustoso su Tiramisú y es que L, además de amar el baile, ama el dulce.—que apareció Melody, dice que su abuela falleció y por eso no había asistido estos dos días. De todos modos, en lo que te esperábamos, una herida que tenía en su hombro fue lastimada, así que, Beck la acompañó a que todo estuviese en orden.
—que pesar—le resto importancia siguiendo con mi almuerzo.
↞───────↭──────↠
Dirigiéndome al último edifico de el instituto Fournier, caminado por los pasillos llevando conmigo el bloque de exámenes de la señorita Cassiel, veo al final del pasillo la silueta de alguien. Sigo mis pasos y la silueta se va aclarando dejándome apreciar a Melody Lara hablando por el móvil.
—Jag älskar dig farfar—alcanzó a escuchar aquellas palabras, sin embargo, mas que las palabras es el idioma lo que me sorprende.
—¿Acaso eres sueca? —pregunto entre curiosa y sorprendida.
Melody medio que se espanta, pero se tranquiliza en cuanto se da cuenta que solo soy yo. Entonces, con paciencia responde a mi pregunta, dejándome saber que no es sueca, pero su abuelo sí y gracias éste, aprendió el idioma.
