Emboscada

22 4 4
                                    

Capítulo 61

Nahin Pines

El día de irme—lastimosamente— ya ha llegado y mientras uno de los hijos de Zeus, nos espera para llevarnos a la pista de vuelo, pues yo le reviento el móvil a Lullaby, con un sinfín de llamadas.  Pero es que dijo que estaría aquí, antes de que me fuera y hace dos horas que salió.

—Listo—anuncia Luka, siendo el ultimo que faltaba por subir sus cosas al auto.—¿Y Bunny?

—no responde mis llamadas—contesto con frustración, mientras intento realizar una última llamada

—¿Qué posibilidad hay de que nos lleves hasta ella?—elevo la mirada cuando escucho a Asher hablar con el chofer

—Ninguna—responde éste sin titubeos

—pues tendrá que ver como lo logra

—jóvenes eso no ser...

—Que nos lleve donde Lullaby, por favor—es todo lo que dice Asher, antes de que todos abordemos el vehículo, esperando que nos lleve a donde sea que se encuentre su jefa.

Al hijo de Zeus no lo queda más que hacer lo que Asher le pide, dejándonos así, en el almacén donde se supone que se encuentra ella y logro notar que es el mismo lugar donde le entregué la nota, algunos días atrás.

Antes de que podamos entrar, nos someten a un proceso de revisión bastante estricto, que por más que seamos allegados a su jefa, no nos dejan pasar, sin revisarnos.  Un poco más y me revisan hasta el alma.

Cada quién se encuentra concentrado en su tarea y no hay quién me pueda decirme en donde se encuentra Lullaby y no es hasta cuando decido acercarme a  alguien para preguntar por ella, que aparece.

—¡Nahin!—noto la sorpresa en su voz, pues obvio que no esperaba verme aquí—¿Qué haces aquí?

—Que ya me tengo que ir y tú no me respondes—se apresura para llegar hasta mí y noto que también se encuentran los hombres Towers.

—lo siento, lo olvidé, pero es que no quiero que te vayas—se ríe y no me da chance de reaccionar, cuando me planta un beso sin importarle quien nos mire.

—Ya lo habíamos hablado—digo entre beso y beso, pues, no ha dejado de besarme

—Lo sé, pero me cuesta aceptarlo

—solo serán unos meses—rio.  Quien diría que se volvería tan melosa—además, viajaré entre semanas

—vale, está bien—refunfuña—vamos, déjame terminar un par de cosas y te acompaño.—Y mientras me sostiene de la mano, le ordena a Júlian que ya puede hacer la llamada.

Júlian, quien se encuentra en el centro del almacén, saca su móvil y justo como su jefa le acaba de ordenar, hace una llamada.

—Tal vez sonaré intensa—comienza diciendo, sin mirarme a los ojos y haciendo caricias en mi mano—pero, ¿Por qué no terminas la carrera como yo?—y es ahí cuando me mira, dejándome divisar un rastro de tristeza en sus diamantes azules—de manera virtual.

Y cuando estoy a punto de decir algo, cuando estoy a punto de mencionarle que me encanta la idea de que no se quiera despegar de mí, cuando estoy por decirle que amo su obsesión y que me quiera tener a su lado todo el tiempo, el chirrido de una llantas, capta nuestra atención.  Haciendo que ambos giremos la cabeza, en dirección al auto dorado, que acaba de irrumpir en el almacén, rompiendo con el protocolo de seguridad, cosas que activa una alarma escandalosa y rompiendo con la cera que nos protegía, poniendo a todo mundo en alerta.

Lullaby aprieta mi mano, de todas maneras no se mueve y yo no entiendo que es lo que está pasando.

—¡NOS EMBOSCARON!—grita alguien y la piel se me eriza al observar el gran desastre que se ha formado.  Lullaby sigue a mi lado sosteniendo mi mano con fuerza y lo que más nos pone en alerta, es que, sin dejarnos reaccionar o incluso movernos, vemos como de aquel auto dorado, sale una mano por la ventana delantera, dicha mano porta un arma y lo único que podemos apreciar, aparte del eco de las balas, es como el cuerpo de Júlian, reacciona, cuando éstas impactan en él, haciéndolo caer al suelo al instante.

Abdí corre como si su vida dependiera de ello, en medio del tiroteo que se a formado, hasta llegar a su padre.

—No conmigo aquí—demanda sacando su arma y rellenando de agujeros a la camioneta dorada

—¡ES A LA JEFA, QUIERO A LA MALDITA CABEZA DE TODO ESTO!—se oyen los gritos demandantes del que se supone que trabajaba para ella.

Las balas no cesan, hasta cuando una gran cantidad de gente sale, formando un mini arco, protegiendo a Lullaby y disparándole a todo aquel que resultó ser falso, pues, los que atacaron, pertenecían a los Dragones Rojos.

—¡Ay, por Dios Júlian!—exclama llevándose las manos a la cabeza con frustración.

La detengo en cuanto noto sus intenciones de ir donde Abdí—No

—Nahin, es Júlian—dice con la voz agitada 

—No sabemos quien es quien—le digo con el corazón latiéndome a mil

—Tienes razón, pero por algo me pusieron al frente de esto—veo el enojo en sus ojos y que no sea conmigo, lo siento así—y no puedo acojonarme por un simple tiroteo formado por traicioneros de mierda—alega firme, con decisión ya tomada—Abdí me necesita.—Y es así  como se va corriendo, deslizándose hasta quedar justo en frente de Abdí, él cual se encuentra con su padre sobre su regazo y con las manos bañadas en sangre.

—¡ABDÍ! —le intenta hacer reaccionar, palpándole el rostro—¿Kommer du att låta det dö? 

Me muevo de un lado a otro sin saber que hacer, sintiéndome inútil y vulnerable, viendo como tal vez este apunto de perderla.  Porque aunque estén rodeados de personas que parecen estar protegiéndolos, yo no confío y no sé  qué hacer.

Veo a Abdí que sigue sin reaccionar, veo como las lágrimas le empapan el rostro y veo como se niega a que le quiten a su padre, ya que están intentado subirlo a una camioneta.

—¡Si sigues así, dejarás que muera!—le grita ella sin obtener resultado.  Hasta que decide hacer algo que hace que mis pasos se detengan y que mis manos se cierren en fuertes puños.

Ya no sé  que pensar, ya no sé  qué creer.  Todos sus te amo, todas sus demostraciones, todas sus lágrimas y palabras diciéndome que sin mi no es nada, se van a la mierda en cuanto ella lo toma de las mejillas y lo besa como si yo no estuviese a metros de ellos.

Y lo único que sé, es que yo soy el que sobra en toda esta mierda.

•─────────✧─────────•

Pero ¿Qué pasó aquí?

🥺💔

Traducción: ¿Kommer du att låta det dö? /¿Vas a dejar que muera?

Traducción: ¿Kommer du att låta det dö? /¿Vas a dejar que muera?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Lullaby: Don't break 《REESCRIBIENDO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora