━✧Un día con Abdí✧━

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Lullaby Mikaelson

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Lullaby Mikaelson

Los dedos que se dispersan por mi rostro y mejillas me brindan una caricia grata, consiguiendo que no quiera despertar.  Me niego en abrir los ojos, más porque aún mantengo pequeños recuerdos de lo sucedido. Lo vi, juro que lo vi y ahora tengo temor de abrir mis ojos y no encontrarlo.

Después de todo ¿Quién está conmigo?

—Despierta, hermosa durmiente...

Y no hace falta abrir los ojos para confirmar lo que me había estado torturando.

Él no está aquí.

Termino abriendo los ojos encontrándome con una mirada café y una sonrisa dulce.

—¿Cómo estás?

—Bien... supongo—aparto la mirada sin saber que más hacer.

Era imposible que fuese él.

—Creí que me había deshecho de toda esa porquería, Ailijha—aunque se mantiene mirándome de una forma tan apacible, suelta aquello como un regaño, como una advertencia, haciendo notar su disgusto.

—Creíste mal.

Mi importa una mierda, él no es nadie para andar reclamándome idioteces.  Con mi vida hago lo que quiere y si me la quiero tirar en dos días, pues solo le queda a los Mikaelson llorar y seguir adelante.

Jamás me imaginé  en tal situación y menos dependiendo de una persona para permanecer estable.  Ironía de la vida.

—Pero ahora me he encargado.  Deja de comportarte como adolescente hormonal.  ¿Qué no se supone que eres Lullaby Mikaelson? —Empieza con el regaño que me hace verlo a los ojos, pues no me esperaba tal cosa.  

¿Cree que porque está aquí puede hablarme como se le venga en gana?

—Pues no lo parece...—sigue él sin dejarme decir nada. —Pensé que eras más que eso.  Un Mikaelson no se echa a la mierda por nadie.

—¿Y a ti que carajos te importa?  Deja de creer que tienes alguna influencia en mí, Joseph, y más bien agradece que no te he volado los sesos.

—Solo eres una niña caprichosa. —Dice con cierto tono de burla y de la nada me veo incorporada, sentada en la cama y con mi mano enredada en su cuello, con los cables de la intravenosa apretándole la garganta.

Como puede, deja escapar una risa ahogada y entonces lo capto.  Maldito manipulador.

La vena me arde, veo como el cable se contamina de sangre gracias al movimiento brusco y el muy idiota solo me observa con el brillo de la satisfacción reinando en sus ojos.

—¿Ves? Mikaelson que no le importa nada, así qué, olvídate de todo lo que te estanca o haz algo para solucionarlo, pero no dejes que se te venga el mundo encima por eso.

Lullaby: Don't break 《REESCRIBIENDO》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora