Lullaby: Don't break 《REESCRIBIENDO》

Cuidando de Ellos

Capítulo 58

Lullaby Mikaelson

«—¿Cómo lo haces?—»

«—¿Cómo eres capaz de dormir bien luego de lo que acabas de hacer?—»

Son una de las preguntas que me hicieron los chicos.

Por que son acciones que haces sin pensar en el después, sin pensar en lo que dicte tu corazón y actuar en base a lo que dice tu mente, porque eres tú o ellos y créeme que primero soy yo, sin importar quien sea, sin importar que ante la gente tal vez sea un monstruo e ignorando comentarios como "se enfrío tu corazón" porque el corazón se hizo para bombear sangre y ya.

«Y si no sé, en una idea hipotética, para salvar a Nahin, debes matar a su madre ¿Qué harías? —quiso saber Asher»

«Jalaría del gatillo sin dudarlo—fue mi respuesta»

«—Pero eso llevaría a la perdición a Nahin»

Nunca dije que mis acciones mantendrían a todos complacidos y tal vez suene egoísta, pero lo tendría conmigo, y quizás no de la misma manera, porque bien lo haz dicho, eso lo llevaría a la perdición y puede que llegué a odiarme, pero más me odiaría yo, si no tomase esa decisión.

Y por alguna extraña razón, esa conversación ha estado rondando en mi cabeza toda la madrugada y es por lo que decido de levantarme y al hacer eso, me encuentro con Nahin en un estado que me deja confundida.

Nahin tiene su espalda pegada al respaldar de la cama, abrazándose las piernas, lo que hace que las tenga pegadas al pecho y con la barbilla reposando sobre sus rodillas.

Tiene la mirada tan perdida que no hace caso a las señales que hago frente a sus ojos.

—Nahin—lo llamo, pero sigue sin responder, entonces bajo de la cama para pararme de su lado.

Mis manos toman sus mejillas, y a penas logro el contacto con su piel, mis manos sienten la alta temperatura de esta.

—Nahin, por Dios ¿Qué tienes? —mis palabras logran captar su atención y en cuanto sus ojos miran los míos, Nahin bota una lágrima

—no puedo—le sale a penas en un susurro—no puedo, Lullaby

Trago grueso sin entender a lo que se refiere—¿Qué es lo que no puedes?

Aprieta los ojos con gran fuerza y más lágrimas logran salir, es obvio que está mal, pero ¿Qué es lo que tiene?

Nahin rodea mi cintura con sus brazos y se pega a mí en un abrazo que me permite sentir que está ardiendo en fiebre.

Acaricio su cabello en un vago intento de consolarlo y recuerdo aquella vez cuando Ian quedo en una situación familiar, en eso entonces supe como actuar, pero ahora... ahora no sé, puesto que la reacción de Ian fue por la muerte de su padre, pero ¿Y la reacción de Nahin?

Y es justo cuando caigo en cuenta de que es lo que le puede estar pasando.

—si sabes que era necesario verdad ¿verdad? —me aprieta aún más contra él—que era la vida de ella o la de nosotros, qué si no lo hubieses hecho, tal vez Abdí no estaría herido, porque estaría muerto

—pero...

—¿o eso es lo que te inquieta? —me quedo viendo un punto fijo y siento como mis cejas se hunden a la hora de soltar aquellas palabras—¿Te inquieta que Abdí no haya muerto? —lo separo de mí, para verlo a los ojos, necesito que me responda esa pregunta—Necesito que me respondas, sea cual sea tu respuesta, yo la entiendo, porque si estaría en tu lugar yo...