ARTE

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Decidí levantarme temprano y bajar a desayunar, ahí me encontré a Hyejin, quien se estaba dirigiendo a mi habitación y me vio sorprendida por mi despertar.

- Justo iba a ir a despertarte.
- Quería levantarme temprano para comenzar a decorar la habitación.
- Muy bien, primero a desayunar.

Desayunamos y luego nos dirigimos a mi habitación, con cuidado me ayudó a mover los muebles para darme espacio y comenzó a poner periodico en el suelo para que no manchara, luego de ello comencé a pintar todo mientras ella me observaba, me quería ayudar pero le dije que yo lo haría sola.

Puse algo de música y ella comenzó a cantar de manera tranquila muy confiada y cómo no, cantaba hermoso, era una voz totalmente única. Tan sólo me digne en escucharla cantar, se sentía bien el oírla.

Al terminar de pintar las paredes sólo necesitaba esperar que separan para hacer alguno que otro diseño en ellas.

- ¿Quieres algo de tomar o comer?
- Un cóctel no estaría nada mal.
- ¿Enserio? ¿eso no quieres mejor cuando vayas a la piscina?
- Tienes un punto por ello. Mejor una soda y fruta.
- Mandaré a pedirlo.

Hizo una llamada y esperamos tranquilamente a que lo trajeran y comenzamos a comer.

- No sabía que cantaba bien.- comenté.
- Se me salió, pensé que no me escucharías, lo hice en voz baja.
- Pues tuve que hacer un esfuerzo para poder escuchar tu voz.
- Gracias por tomarte el esfuerzo.
- De nada.

Continué con mi trabajo mientras que ella cantaba ya con más fuerza para mi y me pareció tan genial que incluso yo canté junto a ella de manera tranquila y sincronizada.

Los diseños se hacían presentes en las paredes, se llenaban de vida y me encantaba totalmente todo, incluso logré ver a Hyejin y ella veía las paredes también con una sonrisa y admiración, me sentía bien con ello.

Terminé justo antes de que nos llamaran para el almuerzo así que con ayuda de Petter, quien me cuidaba, recogimos todo el desorden y acomodamos todo de nuevo en su lugar.

Al terminar de almorzar acompañé a Hyejin hasta la entrada y la despedí con un beso en la mejilla para así darle de una u otra manera las gracias por quedarse conmigo y apoyarme, además de ello para desearle suerte.

Ella se fue sonriente y eso me hizo sentir muy tranquila.

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora