BUENA MAÑANA

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Al día siguiente me despierta con un beso en la frente y moviéndome suavemente, pero no quiero despertar, quiero dormir un poquito más.

- ¿Media hora más?
- Sí~- mi voz media dormida.
- Vale.

Y pasada media hora comienza a moverme suavemente.

- A despertar pequeña, ya es hora de alistarse para ir a la Universidad.
- Ya voy. - me siento un poco mareada.
- Buena niña.
- ¿Estas de buen humor? - la veo sonriente, por algo será.
- ¿Quieres que despierte de mal humor?
- No, para nada.
- Entonces voy bien. Alistate y bajas a desayunar.
- Oki.

Y nuestra rutina fue la misma de siempre, el desayuno juntas.

- Ayer estaba en clase de teoría sobre terapia artística y estaba prestando atención, pero el profesor era muy...pero muy...aburrido...
- ¿Tenías sueño?
- Sí! Y no lo quería dejar notar, intentaba no bostezar a la fuerza ¡enserio lo intenté!
- Apuesto que terminaste bostezando.
- Sí! Era muy aburrido! No pude contenerme y lo peor es que no me cubrí ¡creo que vio hasta mi úvula!

Comenzó a reírse ante mi escándalo, enserio era una historia divertida hasta ahí. Dejamos el servicio de lado y nos dirigimos al auto y en el camino continué con mi historia.

- El maestro me vio y comenzó a preguntarme sobre el tema, pero no le gustó lo que respondí porque no era lo que había dicho y me llegaba porque mi concepto era más bonito y entendible que el suyo.
- ¿No tomó eso en consideración?
- No! Es un maldito calvo desgraciado!
- ¿Y qué pasó después?
- Le contesté de manera seria y respetuosa a la vez. Era lo mismo al fin y al cabo ¿Qué tenía de malo? Pero no! Terminó castigándome!
- ¿Qué mierda te hizo? ¿Te golpeó? Voy ahora mismo a matarlo Wheein. - dijo entre dientes.
- No, no me golpeó así que no te enojes así ~
- ¿Entonces...? - se tranquilizó.
- Me hizo hacer una plantilla escribiendo como 500 veces que no bostece ni le conteste mal.
- Maldito infeliz.
- Por eso me dolía el brazo, no quería saber nada con mi lapicero, casi me da algo. Me comenzó a doler la cabeza por el estrés también.
- Dame el nombre para despedirlo.
- Ni lo hagas, me verán como la mala de la película. Lo soportaré nomas y cuando acabe su curso con una nota perfecta se la tiraré en la cara por puto.
- Bien dicho pequeña. - sonrió orgullosa.
- Lo sé, soy genial!

Llegamos a la Universidad y me acompañó hasta la entrada, donde nos despedimos como siempre, yo recibo un beso en la frente y ella recibe un golpe en la frente y huyo riéndome y dentro la veo reírse dirigiéndose a su auto para ir directo a la empresa. Pero que buen comienzo del día!

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora