RELAX

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Estábamos cabalgando y enserio que me moría de miedo por el paso que daba Granola, me daba mucho pánico, no soportaba este tipo de adrenalina por nada del mundo, era demasiado para mi, me encontraba aún sosteniendome abrazando el cuello de Hyejin literalmente hablando y con los ojos cerrados.

- ¿Wheein?- preguntó preocupada.
- Aún no me desmayo.
- Sólo camina Granola!- detuvo la velocidad.

Sentí los lentos pasos del caballo así que abrí los ojos y miré al frente para ver que era lo que había alrededor de nosotras, era un lindo lugar, un bosque lleno de vida, el verde se veía por doquier, unas que otras flores y se escuchaba el correr de un río, realmente gratificante.

- ¿Te gusta?
- Sí, es hermoso.- dije mientras volteaba a verla.

Cuando la vi noté que nuestros rostros estaban cerca debido a la posición en la cual me encontraba así que me puse sumamente nerviosa y volteé para ver de nuevo al frente.

- ¿Te parece si corremos hasta el río?
- ¿Me quieres matar de un paro cardíaco?
- Mi intención era que te diviertas.
- Me da miedo.
- Viste que no pasa nada malo. Mejor da la vuelta.
- ¿Y de dónde me sostengo?
- Toma la cuerda donde te voy a indicar.

Me di la vuelta con cuidado acomodandome nuevamente y comenzó a poner en posición mis manos para después colocar las suyas sobre las mías para luego comenzar a cabalgar, prácticamente me estaba enseñando a como mover las cuerdas.

Su cuerpo estaba apegado al mío, además su barbilla estaba sobre mi hombro, se había apoyado ahí y me dieron nervios y seguridad a la vez sabiendo que ella me protegeria, no me dejaría caer.

Cuando llegamos al río bajamos con cuidado de Granola y lo ató a un árbol con mucho cuidado para que no se escapara por nada.

Tomó mi mano y comenzamos a acercarnos para luego sentarnos sobre una de las grandes rocas con mucho cuidado de no sentirnos incómodas, ahí me soltó.

- Me gusta venir cuando puedo a este lugar.
- ¿Por qué?
- Me llena de paz y tranquilidad. Cuando me siento sofocada vengo a gritar para dejar salir todo.
- ¿También vienes a llorar?
- También.
- ¿Te sientes triste comúnmente?
- Me siento a veces sola, eso es todo.
- Tienes a muchas personas alrededor ¿por qué te sentirías sola?
- Por algunas cosas pequeña, no todo en la vida es felicidad, todos tienen sus altos y bajos ¿no?
- Bueno...eso es verdad.
- Entonces queda así.
- Este es un bonito lugar, me gusta mucho.
- Eso es bueno de escuchar.
- Es un lugar muy especial para ti al parecer.
- Lo es, no mucha gente se da de ingresar tan lejos, si no sabes montar ni controlar un caballo estas en problemas.
- ¿Cómo así?
- Montar es uno porque está prohibido ingresar con auto para no dañar el medio ambiente y controlarlo porque puede ponerse agresivo e intentar escapar, incluso controlarlo si se asusta con algo porque puede moverse de manera desesperada y hacerte caer.
- Quiero volver caminando. Ya me asustaste.
- Tranquila, yo sé controlar a Granola, es mi bebé.
- ¿Es tuyo?
- Así es, lo adopte cuando era un pequeño potro y lo cuido mucho, nadie lo monta más que yo y el dueño del lugar, no puede quedarse en un establo 24/7.
- ¿Tienes otros animales de este estilo?
- Uhmmm... tengo un tiburón, está en Nueva Zelanda.
- ¿Un tiburón?- pregunté sorprendida.

No podía creer aquello ¿cuánto costaría adoptar un tiburón?

- ¿Enserio me creiste eso?- comenzó a reír.
- Maldita sea.- golpeé su brazo.
- Lo siento, eso fue divertido.
- Me tomaste el pelo de estúpida.- bufé.
- ¿Cómo puedes pensar que de verdad adopté un tiburón?
- Pues tienes mucho dinero y si fueras de las tipas ricas que gastan su dinero en todo entonces sería muy cierto.
- Buen punto, pero no soy ese tipo de mujer millonaria, yo invierto en lo que tengo que invertir, por ejemplo en ti.
- Que buena inversión.
- Lo sé, es la inversión más grande que tendré en un año.
- La más grande enserio.

Nos quedamos unos minutos ahí mirando el paisaje de manera tranquila sin palabras, tan sólo escuchábamos algunas aves y el sonido del río, era tan relajado que con los ojos cerrados era mejor.

Luego nos tuvimos que ir para volver a casa a almorzar. Subimos sobre Granola y después de guardarlo ya en el auto nos dirigimos a casa para almorzar y despedirnos peque se iría a trabajar.

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora