- ¿Dónde están? Mándame la ubicación ahora mismo!!!
Estaba alterada saliendo del trabajo, nada me importaba, ni la más importante reunión que tenía en unos minutos, no, nada era más importante que mi pequeña.
Uno de mis hombres me llamó avisándome que la habían secuestrado y juro que eso me hizo entrar en un estado de preocupación y desesperación enorme. No podía dejar que le hagan daño, no me lo perdonaría nunca, le prometí que la cuidaría.
Salí rápidamente de la empresa y comencé a conducir rápidamente, estaban persiguiendo el auto del secuestrador y yo estaba esperando desesperadamente una llamada de ese bastardo. Pensé que ya no haría nada contra ella, pero sigue en pie y eso me jode demasiado.
- Dime de una vez que quieres maldito bastardo! - Cálmate nena, no seas agresiva. - se ríe, quiero matarlo con mis propias manos. - ¿A dónde estás yendo? - No tengo un rumbo fijo porque tus hombres me están siguiendo y enserio me quiero divertir rápido con mi bebé. - Como la toques te mato bastardo! - No te enojes nena, si haces bulla se despertará. Shhhh... - ¿Qué es lo que quieres? Así nomás no me llamarías. - ¿Quieres recuperarla? - ¿Qué es lo que deseas? - Un poquito de dinero no me caería nada mal. - ¿Cuánto? La cifra no me importa. - ¿Cuánto me das por ella? - Todo, tan solo déjala en paz. - Me alcanzas rápido enserio. - Dame tu número de cuenta y hagamos las cosas bien. - Uhmmm...hablemos en privado ¿Te parece? Ya se está despertando la bebé. - Me parece eso bien, déjala en tu auto y ven al mío. - Sígueme un poco más y aleja a tus hombres - De acuerdo.
A través de un mensaje les aviso a mis hombres que dejen de seguirnos de manera obvia, quiero que sean cautelosos porque necesito que tengan a Wheein a salvo.
- Listo. Avanza sin problemas. - Muy bien.
Continuamos el camino hasta un lugar totalmente despejado sin nadie alrededor porque enserio no quería que llamara a la policía ni nada por el estilo.
- ¿Profesor Gong?
Esa era la voz de Wheein, acaba de despertar después de que la dopara, ahora tengo la identidad de ese bastardo y no puedo creer que me haya visto la cara de estúpida durante bastante tiempo.
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Cuando lo mandé a investigar no le habían encontrado nada malo, tenía mis sospechas obviamente pero no tenía como culparlo, no por algo de la nada quería que Wheein lo "ayudara" en la universidad.
- Gong Ji Chul... Ese es tu verdadero nombre, fuiste su maestro. - Ding dong deng! - Sabes disimular muy bien, no tienes nada malo en tu expediente. - Sé como estar fuera de ese foco nena. - ¿Hyejin? Hyejin! Ayuda! - comenzó a gritar. - Cállate bebé porque sino me vas a poner de mal humor. - Déjame salir de aquí. Suéltame! - Dije que te calles! - Como te atrevas a tocarla te mato!
