SUEÑO

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Y asi fijamos nuestros horarios, enserio nunca pensé que fijaría un horario con alguien de esta manera, ni con mis padres fijo un horario porque ellos si casi nunca tienen tiempo.

- Wheein...
- ¿Uh?
- ¿En qué piensas?
- Nada...solo que esto de fijar horarios es raro.
- Fijas horarios en la escuela.
- No es a lo que me refiero.
- Lo sé, sólo trato de que no se vea mal.
- Hyejin, enserio eres una maniaca al trabajo.
- Ya te lo expliqué pequeña...
- Sí, pero de todas maneras quiero cambiar las cosas.
- Cuando se me dé la oportunidad, al primer momento que termine una buena mano de documentos vengo y paso un día entero contigo ¿vale?
- Esta bien...
- Wheein, sabes perfectamente que si fuera por mi estaría las 24 horas del día contigo, por algo estas aquí. Pero no pensé que el trabajo vendría.
- Entiendo, tienes razón, comprendo.

Y era verdad, ella me había secuestrado para verme y estar conmigo, lo sé, pero no tomó en cuenta el trabajo, ahí estaba el detalle.

- Llegamos.

Bajamos del auto y me acompañó hasta la entrada.

- Ten un lindo día pequeña.
- No te estreses en el trabajo ¿si?
- De acuerdo. Te veo en casa para almorzar.
- Te veo más ratito.

Luego de ello fui a clases con mi guía y continué mi vida.

Estaba muriéndome por salir de una vez e ir a casa, quería verla maldición, quería contarle como el profesor me tomó de ejemplo para la clase.

Ni bien nos dio permiso para retirarnos salí directamente corriendo y justo me esperaba el auto así que subí luego de saludar y nos dirigimos a casa.

Al llegar vi el Egoísta, era el auto de Hyejin, ella había llegado.

Corrí directamente y ahí estaba ella en el jardín mirando la fuente de manera tranquila así que le di un corto abrazo saludandola.

- Vamos a comer.

Nos adentramos y comenzamos a comer mientras aprovechaba en contarle lo que pasó.

- El profesor nos mandó a dibujar ayer un paisaje porque ellos están un poco más adelantados que yo ahí. Pero de todas maneras lo hice, dibujé el jardín.

Rápidamente busqué en mi mochila mi cuaderno de dibujo y le mostré lo que había realizado.

- Wowww... Ese si que es mi jardín en carne y hueso. Excelente trabajo pequeña.- me felicitó.

Siempre me felicitaba, eso me gustaba, lo decía con tanta sinceridad que sabía que era verdad y eso me hacía sentir halagada.

- Les mostró a los demás y les dijo que debían aprender de mi porque he puesto todos los detalles, hasta el más mínimo.
- Eso es genial, te dije que saben reconocer una artista.
- Me sentí bien, soy superior.
- Claro que si, eres superior hasta de los artistas que tienen sus estudios.
- Tampoco exageremos.
- Lo digo muy enserio.
- No...
- Hablo enserio.- sonrió.
- Gracias por decir ello.
- Sabes que sólo digo la verdad. Eres una gran artista.
- Lo sé.

Ni bien terminamos de almorzar me levanté y tomé su mano directamente.

- Vamos.
- ¿A dónde?- preguntó confundida.

Sin responder la llevé hasta la salida directamente y abrí la puerta.

- Al trabajo Ahn Hyejin.
- ¿No me puedo quedar un rato más?- preguntó.
- No, te quiero aquí para cenar ¿entendido?
- De acuerdo.- bufó.
- Lo hago por tu bien y lo sabes.
- Lo sé, lo sé.
- Eres peor que una niña Ahn Hyejin.- reí.
- No quiero ir al trabajo, me quiero quedar contigo.- bajó la mirada.

Escuchen... cualquiera se sentiría importante con palabras como esas ¿no? El nerviosismo, alegría y latido es normal ¿no? ¿quién de ustedes es frío de corazón?

- Yo también para conversar mucho o hacer cualquier cosa, pero estas con muchas cosas.
- Lo sé. Me iré entonces ahora para venir a cenar.
- Conduce con cuidado.
- Lo tengo.
- Suerte.- le di un beso en la mejilla.
- Te veo más tarde.

Me dio un beso en la coronilla y se fue al instante al trabajo mientras que yo me dirigí a mi habitación para hacer un trabajo de investigación.

[...]

Sentí como me movía sin moverme, eso era raro, estaba flotando por así decirlo y llego a dar en un lugar cómodo.

De todas maneras abro mis pequeños ojos de manera lenta y ahí la veo sentada a mi lado. Pero me moría de sueño porque estaba sobando mi cabeza de manera suave y eso me relajada a montones.

- Shhh...duerme.
- Cena...- balbucee.
- Descansa, ese trabajo te estuvo matando.
- Lo terminé...
- Está guardado, nonte preocupes.
- Cena...
- ¿Quieres cenar?
- Hambre...- quité su mano suavemente.- Tengo hambre...

Me levanté con cuidado y ella me sostuvo porque me sentía muy cansada, investigación me mataba, siempre lo hacía.

Con mucho cuidado me cargó y me sostuvo de ella.

- Te llevaré porque estas agotada.

Acomodé mi cabeza en su hombro con cuidado, era cómodo siendo sincera.

Al llegar al comedor me sentó y luego me trajo mi cena. Comenzamos a comer de manera tranquila mirándonos, ella estaba viendo si me rostro caía a la mesa en cualquier momento.

Ni bien terminamos de cenar y ella de lavar me volvió a cargar y me llevó a la habitación. Ahí comenzó a mesearme como si fuera un bebé y lo agradecí mientras sentía como acariciaba nuevamente mi cabeza.

- Shhhh...

Luego de no sé cuánto me quedé dormida.

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora