WHEEIN
Los días van pasando y todo está sumamente tranquilo y lindo para mi gusto, realmente me encanta como va todo esto, pero eso sí, tengo suma curiosidad de algo y eso quiero averiguar cómo a de lugar.
- Hyejin.
- Dime.
- ¿Por qué la casita de al lado es tan privada para ti?
- Eso... Uhmmm...solo son cosas mías.
- Ya veo...
Lo dejo ahí sin más, si no quiere decirlo tampoco puedo obligarla realmente y bueno... Tengo curiosidad, pero la respeto mucho como para pedirle ese tipo de información.
- ¿Por qué de repente me preguntas eso?
- Solo tenía curiosidad...eso es todo...
- No es que no te quiera contar por falta de confianza Wheein, solo...solo me es difícil hablarlo.
- No te estoy obligando, no te preocupes.
- Vamos a hablarlo en la habitación, aquí no. Muchas personas. Nadie sabe en realidad lo que pasa.
Toma mi mano y nos dirigimos a mi habitación, es el lugar más seguro, se podría decir de esa manera, el lugar en donde nadie tiene permitido pasar al menos que sea con mi consentimiento.
Nos sentamos en mi cama juntas, ella estaba buscando las palabras para comenzar a hablar sobre el tema y al parecer si le era difícil aquello, no quería molestarla.
- Déjalo así Hyejin, no me molesta si no me dices.
- Quiero decírtelo a ti. Solo a ti.
No me miraba, sostenía sus manos y jugaba con ellas nerviosa, si era difícil como para que le costara el mirarme.
Decido tomar su mano suavemente, me mira unos segundos y comienza la plática.
- La verdad es que yo no nací en una cuna de oro. La verdad es que mi familia no tenía dinero para muchas cosas, realmente vivíamos en la miseria.
Escuchar tan solo aquello me hizo darme cuenta de la realidad de las cosas, el cómo y el por qué ella valoraba el trabajo y el por qué no perdía nada de dinero en el, todo justamente porque antes no lo tenía.
- Recuerdo que no teníamos para comer, lo que como ahora es un buffet al lado de lo que comíamos, tan solo agua y un pedazo de pan. El almuerzo era lo mismo y si teníamos suerte quizás habría un huevo hervido.
Toma un poco de aire para mantenerse estable y poder continuar. No quiero atormentarla con eso, quiero que sepa que puede detenerse cuando quiera, debe ser algo muy personal para ella.
- Puedes parar cuando desees ¿Si?
- Mis padres no tenían trabajo, estaban desempleados. - decidió continuar. - Por lo que sé mi padre trajo a mi madre aquí a Alemania porque pensó que era el mejor futuro y mejores oportunidades, pero la cruda realidad era que terminamos en una total miseria. No querían aceptarlos en ningún trabajo y yo fui como un estorbo, en el sentido que necesitaban pagar muchas cosas para mí porque las necesitaba.
De todas maneras no me dieron estudios porque no había y debía aceptarlo a pesar de que hacía un berrinche, quería estudiar, quería ser la mejor y sacar a mi familia de la miserable vida que llevábamos.
- Niña con mente de adulto...
- Wheein... Yo realmente quería lo mejor para mi familia, juro que quería llegar a ser la persona más adinerada del mundo y darles de todo, pero no... Al parecer no querían eso de mi, quizás no confiaban en mi, quizás no veían un futuro en mi.
Su voz se estaba cortando un poco, eso era malo, no era nada bueno enserio. Aguantaba sus lágrimas, no estaban cayendo, pero sus ojos estaban aguados y rojos, en definitiva iba a llorar en cualquier momento y yo no soy ninguna roca.
