BAD DAY

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- Hyejin~
- Dime... - estaba media dormida.
- ¿Salimos?
- ¿A dónde quieres ir?
- No sé... A cualquier lugar está bien.
- Uhmmm... Ahora sí no tengo idea de nada.
- ¿Vas a trabajar hoy?
- Si es que me llaman, todavía me quedan unos días de descanso.
- Es verdad... Uhmmm... Creo que mejor nos quedamos a dormir un poquito más.
- ¿Para eso me despiertas?
- Aish... No seas jodida, vuelve a dormir. - me aferro a ella nuevamente.
- Solo porque me estás abrazando te sigo la corriente porque sino enserio te mataría.
- Ajá, si claro como no.

Hyejin enserio es malditamente mi estilo, pero lo malo es que es mujer y ese es el problema, las mujeres no son realmente lo mío, yo soy una hembra heterosexual.

Por cierto, les cuento su escena de celos ¿Cómo comienzo? Uhmmm... Bingo!

El año nuevo fue algo tranquilo, le dije que solo comiéramos algo viendo películas sin mucha decoración a pesar de que ella quería algo grande, pero pareció igual algo enorme porque tuvimos que decorar la casa juntas con un poco de amarillo y además quedaba aún todo lo de Navidad.

La cosa es que en la mañana nos dedicamos a caminar y me dejó para ir a comprar unos helados dado a que yo no podía caminar más, habíamos caminado por 3 horas de corrido y necesitaba mi descanso respectivo.

En eso un chico se me acerca a hacerme conversación.

- Hola nena.
- Hola.

No era nada feo siendo sincera, era muy guapo el chico y enserio no estaría mal si salgo con él, estoy en mi derecho, quizás un pequeño juego peligroso.

- ¿Qué haces sola por aquí?
- Solo estoy esperando a mi amiga con los helados.
- La heladería está un poco lejos de aquí.
- Con razón se demora tanto...
- ¿Cómo te llamas?
- Wheein ¿Qué hay de ti?
- Frederick.
- Tu nombre es único enserio, en Corea difícil alguien tiene ese nombre.
- ¿Estás de vacaciones aquí en Alemania?
- Así es.
- ¿Por cuánto tiempo?
- Me quedan unos meses...

Ahí había entrado en un estado un poco molesto y triste porque realmente me quedaban pocos meses antes de mi partida.

- Podemos salir si tienes tiempo, hay muchos lugares increíbles que te pueden encantar.
- Sinceramente he ido a varios lugares geniales, no sé qué me faltaría conocer realmente.
- ¿Has ido a las discotecas?
- No, no me deja ir ahí.
- ¿Quién?
- Yo.

Esa voz me hace sobresaltar, enserio que ni cuenta me había dado de que había llegado.

- Buen día. - saluda cortésmente.
- ¿A qué hora te vas? - le pregunta seriamente.
- ¿Perdón?

Hasta yo me había quedado helada con su seriedad, si las miradas mataran, el pobre de Frederick estaría muerto.

- Escucha niño, sigue tu camino y aléjate de ella ¿Entendido?
- ¿Por qué debería de hacerlo? ¿Quién eres para ordenarme? - se levantó molesto.
- Frederick no hagas eso... - tomo su brazo suavemente para que se calme.
- No Wheein, ella no es nadie para que me dé órdenes como buena. Además, eres adulta y puedes hacer lo que quieras ¿No?
- Wheein vamos. - me mira seriamente Hyejin y enserio me da miedo, me quedo helada. - ¿No vas a venir?
- Sí voy...

Me estaba levantando para irme con ella, pero el idiota me detiene tomando mi mano y escondiéndome detrás de él, lo cual enserio la sacó de quicio.

- No puedes llevártela ¿Qué clase de persona eres?
- ¿Enserio quieres saber qué clase de persona soy?

Dejó caer uno de los helados y comenzó a llamar a alguien, no dijo ninguna palabra, solo asintió y en segundo llegaron dos de los guardias que nos acompañaban.

- Díganos señorita.
- Quiero a ese idiota lejos y a Wheein en el auto ahora.

Y justo hacen lo que les pide, alejan a Frederick, quién pone resistencia y yo sin poner resistencia me acerco a ella antes de que me toquen porque enserio no quiero escándalo.

- ¿Podrías dejarlo ir por favor?
- Déjenlo ahora.

Lo sueltan y le sonrío, no es como si me molestara la actitud de Hyejin, la conozco y enserio sabía que haría algo como eso.

- Lo siento Frederick, ella suele ser algo compulsiva... Gracias por la compañía. Estoy bien, no te preocupes por mi.
- ¿Segura?
- Sí, todo estará bien.

Hyejin comienza a caminar y la sigo por detrás porque está enojada y eso me dió más a entender cuando sólo volteó para darme el helado de mala gana.

- Al auto ahora.
- ¿No vamos a continuar?
- Dije al auto y es mi última palabra.

Lo mejor era no contestarle porque sino ardería Troya y era lo que menos quería que pasara.

En el auto todo fue silencioso, ni siquiera me daban ganas de comer el helado dado a que ella estaba sin uno y me sentía mal.

- ¿Quieres? - decidí que lo mejor era compartir.
- Come sola y en silencio.
- Hyejin... ¿Enserio vas a estar molesta?
- ¿Qué parte de que estés en silencio no entendiste?
- No puedo estar sin hablarte ¿Si? Sabes que me jode también cuando te pones en ese plan estúpido.
- Ok.
- ¿Ok? Maldita sea Hyejin! Enserio que no te soporto cuando estás así, pareces la completa mierda en carne y hueso.
- Gracias por el cumplido.
- Maldita bastarda!

No me respondió, yo ya estaba alterada y enserio maldecir era lo que mejor me salía. Tiré el helado por la ventana furiosa y le di un fuerte golpe a la ventana a puño limpio y una patada al asiento del conductor.

Al llegar a casa me fui furiosa a la habitación y me encerré nuevamente, pero está vez no rompí nada, tan solo me envolví con las sábanas y comencé a gritar abrazando la almohada.

Y así pasé la noche estresada, ella no vino hasta el día siguiente a mi habitación sin decir nada y sin mi permiso, tan solo se había metido debajo de las sábanas y me había abrazado.

Cómo me desperté debido a ello quise alejarla, pero inmediatamente comenzó a hablar para que la disculpara.

- Lo siento Wheein...yo enserio no pude controlarme. Me puse celosa porque estabas hablándole y sonriéndole a otra persona que no sea yo y ese chico quería algo contigo y enserio no sabía cómo reaccionar, quería sacarlo de mi camino como a de lugar y sé que no fue la mejor forma, pero entiéndeme por favor... No puedo controlarme cuando algo tiene que ver contigo. Lo siento...

La abracé sin decir nada, tan solo decidí continuar durmiendo, ella hizo lo mismo y cuando desperté no le toqué el tema, tan solo actué como siempre a pesar de su mirada confusa así que solo atiné decirle que la había perdonado y nada más. Ella comenzó a ser la misma y antes de dormir la amenacé.

- Como vuelvas a hacer un escándalo nuevamente enserio que me largo a Corea como a de lugar.
- Me voy a controlar, lo prometo.
- Es una promesa entonces.

Me dió un beso en la frente y continuamos nuestra vida normal como lo estábamos haciendo hasta el día de hoy. Final feliz.

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora