SOLA

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WHEEIN

Esto me desespera, me desespera tanto que siento que quiero hacer cosas peores, mucho peores.

He destruido por completo incluso el televisor de la habitación sin importarme las consecuencias de mis actos, fue lo que más me duró para golpear y destruir. El golpearlo a puñetes, patadas, lanzarle cosas, romper los cables, todo me era jodidamente destruible en ese momento, no me importaba nada, ni siquiera el pequeño cortocircuito que no me dio miedo ver, esas chispas más bien parecían mi cuerpo, faltaba algo más para hacerlo detonar, explotar e incendiar un lugar entero.

Las luces estaban apagadas, no había nada de luz dentro de la habitación, no habían ventanas, no había nada y realmente lo agradecí porque me sentía en mi propio infierno sabiendo que nadie sería mi luz, sabía que nadie me rescataría del infierno en el cual me encontraba, no habría ningún ángel, no habría nada ni nadie que me libere.

Siento como el líquido recorre ciertas partes de mi cuerpo, no lo veo, pero sé lo que es... No recuerdo bien en qué momento terminé con aquellos cortes, pero extrañamente no me dolían, no sentía nada, más me dolía mi pequeño y frágil corazón, no había otra cosa en la cual yo estuviera pensando que no fuera en ello y no en mi dolor corporal.

Tenía sueño... No sé qué hora era, no sabía si aún era de día o ya se había vuelto de noche, no lo sabía y no tenía intenciones de saberlo, realmente no quería saberlo, quería quedarme ahí sin saber nada del mundo, no quería saber cómo el mundo me odiaba y como incluso yo me odiaba a mi misma por ello.

Mis ojos están completamente cansados ¿Cuánto he llorado? ¿Cuántas lágrimas he dejado caer? ¿Cuánto es el dolor que sentí y sigo sintiendo aún? Siento mis ojos pesados, no quieren seguir abiertos, quieren descansar, quieren que me detenga y sueñe con que al despertar todo estará bien, quieren que descanse y detenga mi sufrimiento, un sufrimiento que no pedí y que estoy sintiendo realmente fuerte, realmente doloroso.

Decido hacerles caso, decido cerrar mis ojos y descansar, decido hacer aquello a pesar de que están forcejeando la puerta de la habitación, sonrío ante ello, fue bueno cerrarla, nadie tiene la llave de la habitación y eso me hacía sentir bien conmigo misma porque no verían mi desagradable estado y el cómo se encuentra mi infierno.

Dormir siempre ha sido la única manera de salir del mundo que nos rodea ¿No? Creo que es la mejor de las soluciones a los problemas, es la primera vez que lo siento de esta manera, tan necesitado.

- WHEEIN!

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora