NARRADOR
Wheein abría lentamente los ojos, su vista aún le pesaba un poco y más por la intensa luz que había cerca de ella.
- ¿Señorita Jung?
Escuchar esa voz solo significaba una cosa para ella.
"No fue un sueño..."
- Hyejin...
Miró al hombre que la estaba cuidando para que le diera respuestas, las necesitaba rápido.
- ¿Se encuentra mejor señorita Jung?
- ¿Dónde está Hyejin? - intenta levantarse con todas sus fuerzas.
- Primero debe descansar, usted no se siente bien y... - ¿Dónde está?!Se puso de pie rápidamente, necesitaba verla, no sabía lo que había pasado, se había desmayado y no era consciente de los resultados de la morena, la necesitaba, quería al menos despertar con ella a su lado, quería que la mirara con una sonrisa y le dijera que todo estaba bien y que solo debían descansar un poco. Si eso sucedía podía estar tranquila, pero no, se estaba desesperando.
- DIME DÓNDE ESTÁ!
- Cálmense primero señorita.
- TE ESTOY ORDENANDO QUE ME DIGAS DÓNDE MIERDA ESTÁ! ¿QUÉ MALDITA PALABRA NO ENTIENDES?Se sentía desesperada, a cada momento le pedía que se calmara, eso le había dado el peor de los pensamientos.
" Ella no puede estar muerta... Ella no puede morir, no puede hacerlo."
Solo pensaba en la muerte de la morena, se estaba desesperando y asustando más.
- La llevaré con ella si se calma, no puedo llevarla así.
La llevaría con ella, eso fue algo bueno de oír, al menos le daba esperanzas, quizás estaba en otra habitación durmiendo un poco más.
Inhaló y exhaló varias veces para calmarse y ya lista comenzaron a dirigirse a la habitación dónde la morena se encontraba.
La vio a través del gran ventanal que había así que fue corriendo para acelerar la cercanía, la necesitaba, pero la puerta no se abría.
- No puede pasar señorita Jung.
- ¿Por qué?
- Aún sigue en tratamiento.Wheein volvió a la ventana y ahí comenzó a analizar mejor la situación, lo cual la estaba matando de miedo.
Hyejin estaba con la cabeza envuelta, se veía tan solo algunas partes de su rostro, su cuerpo estaba en la misma situación. Habían varias máquinas conectadas a ella, bolsas de sangre y otros líquidos.
- ¿Cuál es su condición? - preguntó entre lágrimas.
- De milagro sobrevivió, pero está muy grave señorita Jung. Anoche sufrió de tres Paros cardíacos y los doctores dicen que hay posibilidades de que no sobreviva.Que le mintiera hubiera sido lo mejor, la maldita verdad la estaba haciendo sentir de lo peor, estaba preocupada y llena de desesperación, culpa y dolor.
- Todo es mi culpa... TODO ES MI CULPA!
Cayó al suelo y se cubrió por completo el rostro, estaba llorando a mares, no podía evitarlo por nada del mundo, sentía su corazón oprimirse al igual que sus pulmones, sentía que no podía respirar y realmente no le importaba mucho pensar en ello.
- No es su culpa señorita Jung, por favor cálmense.
Alejó la mano del hombre con un fuerte golpe, no quería que nadie la toque. Sentía que esas palabras eran demasiado falsas para ella, ellos no sentían nada, tenían la mirada neutral como si fuera algo de todos los días. Era como si no tuvieran sentimientos por nadie, tan solo era ella la única que sufría.
"Si no hubiera salido de casa esto no hubiera pasado, estaríamos juntas como si nada...¿Por qué ella está ahí y yo no? ¿Por qué tiene que pasarle solo cosas malas a ella? TODO... TODO ES MI CULPA, YO SIEMPRE SOY QUIEN LA LASTIMA!"
Siguió mirando frente a ella y habían curiosos que la miraban. Aquellas personas estaban preocupados por la situación de la pequeña, sabían que tener a un familiar en un hospital era difícil, pero se le veía peor que al resto.
De todas maneras la pequeña no veía eso de la mejor manera, no había nada positivo para ella en esas miradas ni murmullos. Sentía el peso de la mirada de todos, una mirada llena de odio y los susurros señalándola como la única culpable del estado de la morena.
Sentía las voces en todo momento "Por tu culpa ella está al borde la muerte" "La que debió estar ahí eres tú" "Siempre le pasan cosas malas por tu culpa, siempre la lastimas" Tantas voces recordándole lo sucedido, no mentían, sabía que todo eso era verdad, pero no quería que se lo dijeran así, no quería que se lo restrieguen en la cara.
Se puso nuevamente en posición fetal cubriéndose por completo los oídos a pesar de que todo seguía en su cabeza, era imposible mantenerse estable ante la situación que tenía frente a ella, no podía con tanto a la vez.
El dolor era insoportable ¿Qué iba a pasar si Hyejin no sobrevivía ante aquel maldito accidente? No sabía que hacer realmente.
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Este capítulo me fue difícil escribirlo de nuevo porque se me había borrado, por eso lo subo recién. Quizás en la noche suba otro, estoy pensando cómo lo haré aún.