CANSANCIO

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Ya en la mañana me desperté bien siendo sincera, no me dolía nada el cuerpo y mis ojitos estaban bien descansados.

Luego de darme una ducha y vestirme me dirijo directamente al comedor donde veo que recién están terminando de arreglar la mesa.

- Buenos dias...- saludo a las trabajadoras.
- Buenos dias señorita Jung.
- ¿Hyejin?- pregunto.
- Nos avisó que tenía una reunión a estas horas así que no podrá desayunar con usted ni llevarla a la escuela.- me comentó una de ellas.
- Maldita sea...- maldigo por lo bajo.

Odio comer sola, me hace sentir más solitaria que en mi casa ahí en Corea, aquí hay gente como mierda y nadie se lleva conmigo, esto es sumamente incómodo.

Saliendo de la escuela bajoneada me dirijo al auto, pero este no está ¿quién me llevará de regreso? Juro que le diré a Hyejin y lo mandaré a despedir a Petter porque es un irresponsable. Incluso podría fugarme pero soy mujer de palabra.

- No estarás planeando escapar ¿No es así?

Esa voz... esa maldita voz era de la idiota de Hyejin, volteé y justamente era ella, la abracé sonriente.

- Hola pequeña.
- Ya iba a mandar a despedir a Petter si venia tarde por mi.
- Con razón ese rostro enojado.- rió.

Me alejé y la miré a los ojos, se veía un poco agotada.

- Cansada ¿verdad?
- Mucho siendo sincera.
- Vamos a casa de una vez mejor.

Tomó mi mano y nos dirigimos al auto, me dio las llaves sin pedírselo y me dediqué a conducir hacía su casa mientras ella dormía.

Me estaba dando indicaciones pero de la nada cayó en los brazos de Morfeo y me dejó conduciendo.

Decidí estacionarme un rato en un parque cercano para no llegar rápido a casa y dejarla dormir al menos unos minutos. La observé tranquilamente, tenía un semblante muy tranquilo y relajado al dormir, la paz irradiaba ahí.

Unos 15 minutos después se despertó y se encontró con mi mirada, lo cual hizo que me sonrojara, no tengo idea del por qué, quizás eran los nervios.

- ¿Donde estamos? ¿me dopaste?
- ¿Cómo te voy a dopar pequeña idiota?- pregunté ofendida.
- Tranquila, es una broma.- rió.
- Eres una idiota.- reí.
- ¿Cuánto tiempo me quedé dormida?
- Uhmmm... 30 minutos simplemente.
- Algo es algo.

Volví a encender el auto y llegamos a casa para luego dedicarnos a almorzar en silencio, notaba sus movimientos, eran lentos y cansados, estaba muy agotada.

- ¿Qué sucede?- me pregunta.
- ¿Irás a la empresa?
- Iré, pero saldré a las 9:00pm, llegaré aquí a las 10:00pm, quiero dormir algo, ha sido agotador últimamente.
- ¿Y si mejor duermes ahora? Ya luego puedes ir a la empresa.
- No quiero venir tarde a cenar, no quiero que me esperes despierta.- sonrió.

Enserio se sobreesfuerza por mi culpa.

- No te esfuerces tanto por mi ¿si?
- La exigencia es lo mío, no es sólo por ti.
- Eres un caso de persona Hyejin.
- Es el poder.
- ¿Poder?
- Ni yo sé por qué dije eso, no lo tomes en cuenta.
- Eres rara.
- A ser común es mejor.
- Ohhh... buena frase.
- Tengo un punto a mi favor.

Ya al terminar de comer me despedí de ella y ya en la noche justo como prometió vino temprano a cenar y conversamos un poco simplemente porque luego la mandé a dormir a pesar de que ella no quería.

- Sólo un ratito más ¿si?
- No, largo.
- Pero Wheein...
- Eres mayor que yo, no seas inmadura.
- Quiero quedarme contigo.
- A dormir Ahn Hyejin.
- Aish...

Se despidió de mi a regañadientes mientras yo me reía y nos fuimos a dormir.

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora