HYEJIN
Ver a Wheein caminando tan concentrada por cada pasillo era de lo más relajante y admirable para mí. Realmente cuando ve algo que ama o le apasiona se encuentra en su propio mundo y se olvida de todo lo que se encuentra a su alrededor así que aquí estoy yo para guiar su camino sin que alguien choque con ella porque no mira otra cosa que no sean las pinturas que están colgadas en las paredes.
Por mi parte yo no soy mucho de leer pinturas, no he tenido la oportunidad de detenerme a apreciar ese algo que los artistas dejan en sus pinturas, soy algo torpe y solo digo que es un bonito trabajo si es que me llama la atención el contenido. Pero eso sí, las únicas obras de arte que me parecen mejor que el resto son las de Wheein, ella plasma todo de manera increíble en una pequeña hoja o en un cuadro enorme, me encanta lo apasionada que es mi pequeña así que diría que es mejor que el resto de todos los pintores reconocidos de manera mundial. Solo esperen que se gradue, tenga su galería, su primera exposición y boom! Ahí todos se van al carajo porque la mejor aparece.
- Te aburres esto ¿Verdad? - me pregunta de repente sin mirarme.
- No, no realmente.
- ¿Enserio? - voltea para mirarme y ver si mi respuesta es real o una completa mentira.
- Lo digo enserio pequeña. - le sonrío.
- ¿Por qué no te aburres?
- Porque... ¿Por qué me aburriría?
- Lo que pasa es que no te entiendo nada.
- ¿Eh? - me agarra de sorpresa, no entiendo nada. - ¿A qué te refieres?
- Uhmmm...¿Cómo lo explico? - comenzó a pensar mientras seguíamos caminando.
Esperé pacientemente por unos 8 minutos hasta que decidió hablar.
- ¿Qué cosas te gusta hacer?
- Pasar tiempo contigo. Ese es mi pasatiempo favorito.
- ¿No hay otra cosa? - pregunta sin mirarme.
Sé que suelo ser bien directa con mis emociones y sentimientos frente a ella y sé que le incómoda, pero me deja ser yo misma y no puedo evitarlo.
- No lo hay. Si tú no estuvieras conmigo ahora sé que estaría atada al trabajo y eso no es nada agradable.
- Tu trabajo no es agradable.
- No, no lo es.
- Lo sé, es horrible.
- Lo sé.
- ¿Sabes? Ir a un museo o exposición de arte es realmente bueno para mí porque me motiva a querer tener la mirada de las personas sobre mis cuadros algún día.
- Sé que ese día llegará pronto. Sé que lograrás esa meta.
- Gracias... Pero la realidad es dura, a pesar de que tengo mi autoestima elevada la verdad es que el mundo de los artistas es un completo caos. Es difícil ser reconocido.
- Lo sé. - acarició suavemente su cabecita. - Sé que es difícil, no todos tienen éxito, pero no es porque no quieran tenerlo, eso se debe a qué no lo intentan o se rinden ¿Te vas a rendir sin intentarlo Wheein?
- No, claro que no. Solo digo... Mis padres saben de mi talento, pero igual tengo que entrar al negocio familiar si no doy resultados rápido.
- Yo sé que tendrás resultados rápido. Tengo una corazonada increíble.
- Gracias...
- Estoy para apoyarte ¿Si? Así que no me pongas una carita de cachorrito triste.
Ella estaba un poco bajoneada por la conversación así que quería que se sintiera mejor del todo, no quería que estuviera mal en ningún momento y recupere su confianza.
Sonrió tan abiertamente y me abrazó, lo cual me puso nerviosa, pero le correspondí aquel gesto que valoro mucho de ella, es casi imposible que ella demuestre algo de afecto hacia mi porque sabe y es consciente de lo que causa en mi, de todas maneras se lo agradezco porque dudo que alguien pueda hacer que mi corazón se acelere cómo ella lo logra sin hacer nada.
