CHARLA CURATIVA

62 9 5
                                    

WHEEIN

No veía muy bien... Había mucha luz, estaba demasiado claro y eso me fastidiaba mucho, quería oscuridad, mis ojos estaban demasiado pesados como para soportar tanta intensidad de luz.

- ¿Wheein?

Esa voz... conocía esa voz a la perfección ¿Cuánto tiempo ha pasado? Ya son casi 7 meses... 7 meses que convivo con ella y han sido 7 meses como una montaña rusa, con altos y bajos en todo momento sin poder predecirlos.

- ¿Pequeña puedes oírme?

Se escuchaba preocupada, demasiado, también su mano estaba temblando, lo sentía dado a que estaba tomando la mía.

Llevó mi mano a su rostro suavemente, sentí algunas lágrimas en mi mano, ella estaba llorando y me estaba haciendo sentir mucho peor de lo que ya me sentía antes.

- Hyejin...- trato de decir su nombre con la poca fuerza que tengo.
- Aquí estoy pequeña, aquí estoy.
- Lo siento...

Necesitaba disculparme en definitiva, necesitaba decirlo, sé que no me expresé bien, no dejé claro lo que realmente decía o a lo que me refería, pero igual sabía que era mi culpa.

- No es tu culpa...yo lo siento mucho. - besó el dorso de mi mano.

Abro como puedo mis ojos, aún entrecerrados y la veo, se ve demasiado triste y con ojeras, no ha dormido nada bien y la razón tan solo es una, yo, se ha quedado despierta por mi culpa.

- Lo siento...- siento mis lágrimas de golpe, realmente me siento de lo peor.
- No... No llores por favor. - comienza a secar suavemente mis lágrimas. - No es tu culpa, fue mía.
- Mentirosa. - quito su mano y comienzo a secar yo misma mis lágrimas. Luego decido esconderme entre las sábanas. - Todo es mi culpa, todo es mi culpa. Si no fuera por mi culpa no te habrías enojado y no estarías aquí sin dormir, no estarías llorando. Todo es mi maldita culpa.
- Wheein...

Con sumo cuidado me descubre y mira mi rostro, apuesto a que me veo como un total desastre. Me da vergüenza que me mire así que me cubro con mis manos.

- Eres la personita más hermosa del mundo que conozco y realmente no me agrada verte llorar. - quita mis manos. - Yo solo quiero ver tu radiante sonrisa las 24 horas del día.

No tengo palabras, no sé qué decir, solo me van a salir disculpas y ella no quiere eso.

- Creo que ambas malinterpretamos las cosas y actuamos de la manera incorrecta. Pero... De los errores se aprende ¿No?
- Lo siento.
- No, no lo sientas pequeña. No es culpa de una sola, es de las dos así que estamos a mano ¿Si? - me muestra una pequeña sonrisa.
- Me duele todo. - confieso.
- Sé que fue un pésimo día para ambas... De todas maneras conozco la manera perfecta para hacerte sonreír ¿Quieres comer carne en el jardín?
- Sí...
- Mandaré a hacer la mejor carne para mi princesita, pero eso sí, no quiero ninguna lagrimita ¿Entendido?
- Sí. - seco mis pocas lágrimas y sonrío ligeramente.
- Perfecto... Mientras sonrías todo va a estar bien. - me da un beso en la frente.
- ¿Puedo...puedo abrazarte? - pregunto nerviosa.
- Sería un honor.

Me levanto con su ayuda y ahí la abrazo, ella me corresponde y me siento bien, mejor que nunca, es como si todo el mal se esfumara con ella a mi lado. Ella es la luz en la oscuridad, es el ángel que se oculta en el infierno para librarnos ¿Qué tan perfecta puede llegar a ser ella?

~•~

Comimos sonrientes mientras mirábamos la fuente, no conversábamos aún de nada y era lo mejor por el momento, aún necesitaba mentalizarme por completo y comprender la gravedad del asunto porque recordaba lo que había pasado el día anterior y me sentía más que avergonzada por mi accionar, no sabía que podía convertirme en un completo demonio.

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora