Inicios de abril... Exactamente es 9 de abril, mes de mi cumpleaños, faltan algunos días y sinceramente no estoy nada emocionada por este día. No quiero ninguna celebración, les dije a mis padres que no estoy de humor para nada, no quería ni que me dieran una sorpresa. Fui muy clara en decirles que mandaría a la mierda a cualquiera a excepción de ellos, les avisé de golpe todo, no quería ver la cara de nadie sonriendo cuando yo estoy completamente triste y desolada.
Últimamente voy a una vía de tren desolada, ya no pasa ninguno por ese lugar y tampoco hay gente alrededor, no hay viviendas.
Me gusta caminar por ahí pensando en las cosas que me han pasado a lo largo de mi vida, desde que era una niña que pensaba que el mundo era de lo más divertido y que tenía todo lo que pedía en mis manos.
Mi infancia siempre ha sido divertida, he tenido amigos a montones, he jugado revoltosamente como si nada me importara más que mi propia diversión y la de mi gran pandilla.
Mi adolescencia fue de igual manera, pero eso sí, me encantaban más cosas, el arte comenzó a apasionarme cada vez más, quería cosas artísticas e ir a los conciertos de MAMAMOO en todo momento. Esos magníficos escenarios realmente hacia que me sintiera de lo más eufórica. No me importaba ir sola porque los moomoos somos los mejores amigos y apoyamos a las chicas a montones.
Y llego a recordar ese día del secuestro, el día en el cual mi vida cambiaría para siempre, en definitiva cambié a montones y mis padres lo notaron bastante rápido, mejor dicho, creo que he comenzado a ser quien verdaderamente soy, quizás solo necesitaba un empujón para ser realmente Jung Wheein, una persona totalmente seria en su trabajo, una persona que nunca está bajo el control de nadie, un demonio cuando está enojada, alguien que maldice en todo momento por cada mala cosa que le pasa, una persona que llora por la pérdida de alguien bastante especial. Realmente la he perdido junto al sentido de la vida.
Hyejin...¿Qué voy a hacer sin ti? Nada es lo mismo desde aquel día, realmente me siento de lo peor.
Me torturo a mi misma en mi propia habitación pensando en aquellos días que pasé contigo, todos los minutos y segundos que me brindaste de tu sagrado tiempo. Todo lo que hacías para complacerme y hacerme sentir especial ¿Qué voy a hacer? Mis noches son de lo peor, no concilio el sueño sin ti, sin tus abrazos bordeando mi cuerpo transmitiéndome calor y dándome la paz que tan solo tú podías brindarme.