PALABRAS HIRIENTES

63 10 18
                                    

HYEJIN

Wheein ha estado un tanto distanciada de mi y juro que lo odio mucho. Los preciados segundos que tengo a su lado son justamente eso, preciados y malditamente pocos.

El tiempo que tengo con ella es tan corto que quiero hacer de todo en ese pequeño lapso de tiempo con tal de verla sonreír y yo de igual manera sonreír junto a ella.

Sé que se encuentra en ese estado debido a la confesión que hice, pero no pensé que ella lo tomaría a tal punto que no quisiera verme a la cara, eso me lastima, pero debo hacer algo para que todo vuelva como antes, la necesito.

- Wheein, me dijeron que necesitabas algunas cosas para tu exposición.
- ¿Eh? Ahhh...eso... Ya mandé a comprar eso, me dijeron que estaban un poco ocupados y eso...
- Vamos a comprar esas cosas ahora, no quiero que después estés a última hora con eso.
- No hace falta, tampoco es como si fuera necesario.

Sigue atenta mirando su cuadro, no ha hecho nada más que trazar líneas sin un rumbo fijo, sin una idea en mente, tan solo lo hace para prácticamente dejarme de lado.

WHEEIN

- De acuerdo, tú y yo necesitamos hablar.

Escuchar ese tono de voz y esas palabras fue el punto de quiebre, no podía ignorarla más, realmente no habría excusa que me salve de esa conversación.

- ¿Puede ser después? Estoy dibujando.
- No estás haciendo nada Wheein así que andando. A tu habitación, ahora.

Se levanta y me deja ahí mientras se dirige a mi habitación, me levanto tomando mi tiempo y voy detrás de ella.

Antes de entrar tomo una buena bocanada de aire y suelto mi cuerpo un poco, necesitaré ser fuerte y fingir que todo está bien.

- ¿Puedes explicarme por qué carajo te pones de esa manera?

Estaba molesta, muy molesta, tan solo faltaba que yo dijera algo y ella me mande directo al cielo.

- No entiendo a lo que te refieres. - me siento en la cama.
- A eso me refiero! Estás así de cortante y distante desde ese día Wheein, eso me jode!

Claro que no había sido mi intención ser cortante ni distante con ella, claro que no. No entiendo porque mi cuerpo y mis palabras eran de esa manera, no sabía el por qué fluían así y eso incluso a mí me jodía.

- No estoy de humor, eso es todo. - no tenía excusa que dar, no había forma de mentirle.
- ¿Quieres que te traiga un maldito payaso entonces? ¿Qué es lo que quieres?!
- Nada! No quiero nada!

Gritar no se me daba bien, realmente no lo hacía. De todas maneras en mis planes no estaba gritarle ¿Qué acabo de hacer?

- Tsk! Escucha Wheein... - comenzó a caminar de un lado a otro tratando de controlarse, ya sus manos eran un par de puños. - No quiero pelear, si sigo así voy a hacer algo que no quiero hacer.
- Entonces deja de dar vueltas y hablar estupidez y media.

Ella se detiene en el acto, no me mira, la acabo de regar, acabo de ganarme el título "el ser más despreciable del mundo"

- ¿Todo lo que digo es una estupidez? ¿Hablarte de mi vida es una estupidez? ¿Confesar lo que siento es una estupidez?! - tira uno de los cuadros que estaba en mi cómoda.

Me maldije por mi mal uso de palabras, por no ser más clara. Debía reparar mi error así que me acerco a ella suavemente, quería disculparme.

- Hyejin yo... - NO ME TOQUES! - me empuja.

Caigo, pero no me quejo al respecto, sé que me lo merezco por ser una mierda con ella, lo sé, soy el peor ser del mundo.

Sale sin más de la habitación más que molesta y dolida, realmente no sé qué hacer, no sé a dónde ir, no sé qué decir, nada, no sé nada...

A los pocos minutos entra una de las señoras de limpieza, pero no me encuentro de humor, realmente no lo hago y estoy comenzando a descubrir al verdadero demonio que llevo dentro de mi.

Cogí uno de los floreros que estaba más cerca a mí y lo lancé a la puerta fuertemente, no sabía que tenía tanta fuerza, salió más lejos de lo que esperé, logré escuchar un poco de cómo se había roto, al parecer había llegado hasta el primer piso.

- LARGO!!!

La señora sale de mi habitación y decido encerrarme con seguro, no quiero ver a nadie, no necesito a nadie, no, no lo hago, puedo sola, estoy segura de que puedo sola...¿A quién mierda engaño? No puedo sola!

Continúo arremetiendo con todo lo que hay a mi alrededor, en definitiva no podía conmigo misma, necesitaba destruir todo lo que tenía a mi alrededor, necesitaba eliminar todo mi dolor, todo lo que sentía, pero no sé cuánto debo romper para que eso sea posible.

TE QUIERO CONMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora