Habían pasado casi dos semanas desde que estaba en Madrid y habían sido las semanas más largas de su vida. Desde que se despidieron en Ibiza, no habían vuelto a hablar mucho, ya que el trabajo de Luisita la tenía consumida y a la morena le habían mandado ya los guiones para la siguiente temporada y estaba trabajando en ello.
Los primeros días en su nuevo trabajo fueron difíciles, para qué negarlo, pero se acostumbró rápido a aquel ritmo y sus compañeras lo hicieron fácil. Ella, junto a dos chicas más, hacían una sección en la que hablaban de lo más comentado del momento, tanto de famosos como de memes tontos de internet, y en ocasiones hacían también entrevistas. Al parecer, sus nuevos jefes habían escuchado en alguna ocasión el programa que llevaba en Londres y le encantaba la dinámica que tenía, así que quisieron hacer algo parecido, aunque con la diferencia de que este programa también se grababa con cámaras para retransmitirlo por Youtube. Ella se moría de vergüenza al exponer también su cara, ya que su comodidad se basaba en esconderse detrás del micro, pero se acostumbró pronto, y, además, Amelia le había dicho que le encantaba también poder verla, que así la sentía más cerca.
Aunque le iba tan bien, no podía evitar evocar aquellas semanas anteriores con la morena. Se quedó pensando en sus días en Ibiza, en su rutina con Amelia. Miró el reloj en ese momento y pensó en que probablemente la morena acabase de terminar de hacer yoga, y ella ya no estaba ahí para admirarla.
Aún seguía en la cama, era domingo y se permitió unos minutos de más para ella misma. Cogió el móvil y no tenía ningún mensaje de Amelia, lo cual hizo que su mañana fuera un poco más triste. Miró al calendario y, como había temido, la fecha de hoy se le clavó en el pecho como una puñalada. Tenía sentimientos encontrados porque, por un lado, esa fecha le recordaba al día más feliz de su vida, pero, por otro lado, también le dolía que ahora no fuese más que un recuerdo. Decidió dejar de regodearse en su miseria y se levantó de la cama ya que, como todos los fines de semana, su hermana venía para poder desayunar todos juntos. Y cuando llegó al salón, así fue, estaban todos ya sentados en la mesa del comedor.
-Vaya vaya, ya se ha despertado la bella durmiente.
-Papa, que es domingo...
- Si, pero mira la hora que es, incluso Manolín está desayunando antes que tú.
-No se cuantas veces voy a tener que decir que me llaméis Manuel... - dijo por lo bajo.
- Bueno, pero yo trabajo mucho y encima no duermo bien.
-Ya... y no será que te quita el sueño cierta novia que tienes ¿no?
-Marcelino deja ya a la niña con sus cosas. – le regañó Pelayo levantando la vista del periódico que estaba leyendo para guiñarle el ojo a su nieta, que le sonrió en señal de agradecimiento.
Desde que había llegado, su familia no paraba de hacerles comentarios sobre su relación con Amelia ya que, aquel beso en el aeropuerto que fue tan bonito, resultó ser capturado por un fan con cámara, pero, aunque de nuevo tampoco se le apreciaba la cara, su familia sabía que había ido a verla y bueno... tontos no eran. En realidad, lo que más le molestaba de los comentarios de su padre no eran las bromas, sino que la llamara "novia". No habían dejado claro su relación, por lo que cualquier mención o suposición la ponía de los nervios. Se había sentido realmente a gusto con ella esos días que habían compartido, y a decir verdad, se comportaban como una verdadera pareja, más de lo que lo había hecho Luisita con nadie, pero no quería dar nada por hecho.
- Anda, pero si es Amelia. – dijo Manolín interrumpiendo sus miedos y llamando la atención de todos.
- ¿Dónde?
- Aquí. Un video en Twitter, parece de hoy.
- Creo que prefiero no verlo.
Confiaba en ella, por su puesto que sí, pero prefería no ver nada suyo en Ibiza porque sabía que le dolería ver alguna foto o video, sobre todo si eran de fiesta con Adriana y sus compañeros. Pero el hecho de que Luisita ignorase eso, no quería decir que el resto de su familia lo hiciera, así que todos rodearon la pantalla del móvil de Mandolín para ver el video, mientras ella se servía café.
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Nosotras en la Luna
FanfictionCada una vive en un lugar del mundo, y sin embargo, el destino hace que una noche en la que Luisita necesitaba escapar se encuentren entre las calles de París. Sabiendo que sólo pasarían juntas esa noche, nada será igual el resto de sus vidas. Histo...